Transferir el conocimiento de la universidad a la empresa
Se trata de una de las grandes asignaturas pendientes de la economía, según un informe de la Cámara de España
La facilidad para tranferir conocimiento de las universidades a las empresas es clave para mejorar la competitividad de la economía de los países. El problema surge cuando esta relación no es lo suficientemente intensa y fluida que debiera ser, como pasa en España ahora.
“Es una de las grandes asignaturas pendientes de la economía española”, explicó José Luis Bonet, presidente de la Cámara de Comercio de España, durante la presentación del informe ‘Avanzando hacia la economía del conocimiento’, impulsado por la Comisión UniversidadEmpresa, que propone reformas legislativas para impulsar la transferencia de las investigaciones que se generan en la Universidad.
“Debemos ser capaces de convertir la abundante y buena investigación que se produce en el sistema universitario español en valor productivo y en desarrollo económico y social”, añadió Bonet.
En el acto, la secretaria de Estado de Universidades, Investigación, Desarrollo e Innovación, Angeles Heras Caballero, destacó que en España y, especialmente en el mundo científico, falta cultura emprendedora y ahí es donde hay que incidir. “Tenemos que fortalecer la colaboración público-privada y trabajar juntos para impulsar la innovación”.
Pero, ¿de quién es la responsabilidad? “Uno de los motivos más determinantes es la regulación”, explica Antonio Abril, presidente de la Comisión de Formación de la Cámara de España. “El marco normativo actual aún presenta impedimentos que dificultan el salto de investigadores, creaciones e invenciones al mercado y hacen que nuestra capacidad de innovación industrial no esté al nivel de nuestra capacidad científica”, asegura.
Otro de los conflictos entre la universidad y la empresa se debe a la comunicación. Las diferencias en el lenguaje utilizado en ambas entidades son percibidas como uno de los mayores obstáculos en la relación por parte de las empresas, según el 36 por ciento de los consultados por el Observatorio de Competitividad de la Cámara, según Abril.
“En cuanto al mundo académico, existe una baja introducción y presencia de la cultura emprendedora en las universidades, lo cual dificulta acometer los objetivos de transferencia y de participación en los procesos de innovación de una manera más natural y más ágil”, explica el experto.
¿Cuáles son las medidas más importantes que se podrían tomar? El experto tiene claro que el primer paso es la revisión y modificación de la normativa, con el objetivo de facilitar la transferencia de los resultados de la investigación universitaria al mundo empresarial y reducir las barreras regulatorias y burocráticas que afecten negativamente a esa transferencia.