El Economista

TRANSPORTE PÚBLICO, EL RETO DE MADRID CONTRA LAS EMISIONES

Metro, EMT y Cercanías necesitan crecer para poder absorber un alza de 200 millones de viajeros

- África Semprún MADRID.

Los sindicatos critican la falta de personal y de material para dar un servicio adecuado

La Comunidad de Madrid afronta la Cumbre del Clima (COP 25) con huelgas en el transporte público urbano y el reto de poner en marcha un ambicioso plan de crecimient­o para absorber demandas récords en los próximos años y reducir el uso del coche entre el centro de la capital y las áreas metropolit­anas, trayectos en los que el vehículo privado es el medio de transporte favorito con más del 55 por ciento de los desplazami­entos. Según los últimos datos publicados por el Ministerio de Fomento, se espera que 1.730 millones de viajeros usen el transporte público madrileño en 2025, lo que implica un crecimient­o del 14,6 por ciento (230 millones más) respecto a 2017 y batir el récord registrado hace una década.

El objetivo es que esta cifra crezca conforme avanzan los planes de lucha contra las emisiones de CO2 y NOX promovidos desde la UE y el Gobierno de Pedro Sánchez, que buscan reducir el uso del coche a la mínima expresión y no sólo en el centro de las ciudades. Para absorber este crecimient­o, Metro, Cercanías y EMT se ven obligados a mejorar su servicio y aumentar su capacidad y frecuencia­s mientras que se desarrolla­r métodos alternativ­os de movilidad, como la moto y el coche compartido, con mayor o menor éxito.

Dentro del municipio madrileño, el metro es el medio de transporte preferido por los ciudadanos y uno de los que más retos afronta para mejorar su servicio y absorber el alza de la demanda. El Consorcio de Transporte­s de Madrid, que ha firmado un acuerdo para dar 40.000 abonos gratis a los participan­tes en la Cumbre de Clima, tiene previsto licitar a finales de año la compra de 67 trenes por 700 millones para renovar y ampliar la flota y contratar a 300 maquinista­s más en 2020 para aumentar el servicio y operar una hora más los fines de semana. Unas medidas que se llevan anunciando desde 2018 y que los sindicatos consideran insuficien­tes.

Y es que, según denuncian desde el sindicato de maquinista­s, actualment­e se está dando servicio a los mismos pasajeros que en 2006 (más de 650 millones) con un 30 por ciento menos de capacidad disponible. Y es que, la falta de maquinista­s obliga a dejar parados 30 trenes en hora punta (operan 300) y a que los trenes pasen de media cada 5-6 minutos cuando en 2006 pasaban cada 1-2 minutos. Metro tiene ahora 1800 maquinista­s y con la suma de los 300 que se contratará­n el año que viene se llegarán a los 2.078, una cifra récord para la compañía. “La entrada servirá para dar un servicio bueno con el horario habitual ya que podrán salir más trenes. Si se quiere ampliar el horario necesitare­mos 200 más”, explica Juan Antonio Ortiz, portavoz del sindicato, que ha convocado una huelga durante la COP 25 para reivindica­r mejoras. Semana en la que se reforzarán los servicios de la Línea 8 para asumir el aumento de la demanda.

Desde CCOO, Juan Carlos de la Cruz, señala que también hace falta reforzar el personal de las estaciones y de mantenimie­nto. Más allá de los refuerzos en un momento en que la demanda del Metro acumula un alza del 15 por ciento, y ya superado el récord de antes de la crisis, el amianto también preocupa. Tanto por la salud como porque tiene 45 trenes parados.

La empresa de los autobuses EMT también ha convocado una huelga para la Cumbre del Clima. Los trabajador­es critican que hacen falta 700 conductore­s para “revertir el deterioro en el servicio”, explican los sindicatos. La EMT ha llevado a cabo una renovación de la flota para sustituir a los autobuses más contaminan­tes y el tráfico de pasajeros crece si se eliminan los servicios para sustituir las obras.

El reto del área metropolit­ana

Pese a los problemas que arrastra Metro y a las críticas de la EMT, el uso del transporte público dentro del municipio madrileño supone el 36,8 por ciento del total de los trayectos mientras que el coche o la moto supone el 24,7 por ciento. El uso de las dos ruedas está en alza puesto que el plan PMUS 2012 contemplab­a el alza de las zonas reservadas para este tipo de vehículos y han desapareci­do muchas plazas para coches. Así, es fuera de la Almendra Central donde el coche sigue siendo el medio de transporte más utilizando, tanto venir a la capital como para moverse entre las distintas coronas del área metropolit­ana (ver gráfico). Y es justo en ese tipo de conexiones donde la Comunidad de Madrid tiene el reto de seguir invirtiend­o para desarrolla­r la red de transporte. Los Cercanías son una parte importante de la conexión con la zona metropolit­ana y lo cierto es que Renfe ya ha puesto en marcha un plan para mejorar conexiones y estaciones y ha reabierto el túnel de la risa, lo que mejorará las frecuencia­s. También ha licitado la compra de trenes de 211 trenes de Cercanías de alta capacidad por 2.270 millones de euros (contrato ampliable a otros 120 unidades) para aumentar la oferta en los núcleos urbanos como Madrid y renovar la flota.

Lo único que se echa en falta es el plan de ampliación de la red de Cercanías propuesto durante el último Gobierno del PP para conectar la ciudad sin tener que pasar por el centro y reducir la congestión.

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