La Cumbre de Cambio climático quiere acelerar la descarbonización
La UE aprobará un Pacto verde que supondrá inversiones de un billón de euros
La Unión Europea quiere liderar la lucha contra el cambio climático. La intención de la recien estrenada Comisión y del propio Gobierno español es que a lo largo de esta COP25 se logren compromisos más ambiciosos para acelerar el ritmo de descarbonización que tendrá que reflejarse en las propuestas formales que cada país debe hacer al amparado del Acuerdo de París el próximo año en la COP 26 de Glasgow.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, consciente de que esta es una COP transición, participó ayer en una reunión para coordinar la posición de la UE.
La nueva presidenta europea, Ursula von der Leyen, dejó muy claras sus intenciones. La Comisión quiere que el próximo Consejo Europeo que se celebrará entre el 12 y 13 de diciembre apruebe un plan de inversiones de un billón de euros para los próximos diez años, el llamado Green New Deal.
“Nuestro objetivo es ser el primer continente climáticamente neutro de aquí a 2050. Si queremos alcanzar ese objetivo, debemos actuar ahora, tenemos que aplicar nuestras políticas ahora”, indicó Von der Lyen.
“En marzo del próximo año, propondremos la primera ley europea sobre el clima que hará irreversible la transición a la neutralidad climática. Esta ley contemplará la ampliación del comercio de emisiones a todos los sectores pertinentes, la energía limpia, asequible y segura, el impulso a la economía circular, la estrategia de la granja a la mesa y una estrategia en materia de biodiversidad” sostuvo la presidenta de la Comisión. No obstante, según fuentes gubernamentales españolas, Hungría, Polonia y República Checa todavía se mantienen alejadas del acuerdo lo que dificulta su avance.
El Panel Intergubernamental de la ONU para el Cambio Climático ha advertido de que los compromisos actuales de reducción de emisiones no son suficientes para garantizar que la temperatura del planeta no crezca más de 1,5 grados por encima de los niveles preindustriales (el Acuerdo de París se ha fijado como tope 2 grados).
La UE se propuso para 2030, reducir sus emisiones un 40 por ciento respecto a los niveles de 1990 y ahora está por ver si eleva ese compromiso a un 50 o hasta el 55 por ciento, tal como ha pedido el Parlamento Europeo en su declaración de emergencia climática.
En lo que respecta a España, la intención es fijar una meta previa en el año 2030 mucho más ambiciosa que la actual -que ronda el 20 por ciento- que sirva de impulso al resto de países. Según fuentes del Gobierno, el objetivo es reducir un tercio de las emisiones de España para el año 2030, un objetivo coherente con el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima que se aprobará en los próximos días. En dicho documento, España pasa del objetivo marcado por la Comisión Europea de energía final para nuestro país del 26 por ciento al 38 por ciento, lo que supondrá certificar esa mayor ambición anunciada en la inauguración de la COP 25 por el presidente del Gobierno.
El Gobierno quiere que la Comisión Europea apruebe también el fondo de transición justa. Este Fondo movilizará dinero público y privado y contará con la ayuda del BEI.