La AIReF reclama mejoras en la calidad de las instituciones
El organismo ve “deficiencias” en descentralizar el gasto
La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) ve margen para mejorar la calidad institucional en España, para contribuir a generar crecimiento a medio y largo plazo, a través de una Administración con políticas “bien diseñadas”, el impulso de instituciones independientes eficientes y una mejor organización territorial del Estado, ante las “deficiencias” en la descentralización del gasto.
Así lo señaló el presidente de la AIReF, José Luis Escrivá, durante una conferencia sobre calidad institucional en la cátedra La Caixa Economía y Sociedad, en la que resaltado la importancia de impulsar la calidad del marco institucional como “garante del bienestar y la calidad institucional”, al conllevar transparencia, legitimidad democrática y contribuir a generar crecimiento a medio y largo plazo.
Escrivá explicó que el modelo de Estado democrático moderno se fundamenta en un círculo virtuoso formado por la calidad democrática, la calidad institucional y el bienestar, y señala que España se encuentra en la UE en una posición intermedia en estos tres pilares, aunque algo más lejos de la media en calidad institucional. En concreto, la confianza en las instituciones está en la media europea, pero la confianza en los poderes democráticos está por debajo.
Efecto de la descentralización Sobre la organización territorial del Estado, el presidente de la AIReF indica que la descentralización del gasto “no está reñida con la eficiencia económica”, dado que el grupo de países con mejor desempeño parece coincidir con los más descentralizados, si bien matiza que, aunque España está entre los países más descentralizados por el lado del gasto, su desempeño económico es inferior y ha convergido “más lentamente” que los países más descentralizados.
A su juicio, eso se debe a la existencia de “deficiencias” en su marco de descentralización, como “una distribución competencial difusa con normas poco precisas para una misma competencia”, un diseño institucional y proceso de toma de decisiones que “no está orientado al consenso ni a la cooperación” y un marco de disciplina fiscal que “dificulta cumplir de las reglas fiscales”.
En este sentido, aboga por una reforma integral que mejore la articulación entre los distintos niveles de la administración pública, con un marco competencial “preciso y detallado”.
España, por debajo de la Unión Europea en confianza hacia los poderes democráticos