Bruselas recurre la cancelación de la multa a Apple de 13.000 millones
Cree que plantea “cuestiones legales” importantes para la fiscalidad de la UE
La Comisión Europea vuelve a la carga contra Apple. Su vicepresidenta ejecutiva, Margrethe Vestager, al cargo de Competencia, anunció este viernes que recurrirá la sentencia del Tribunal General de la UE que anuló la multa de 13.000 millones de euros que impuso a la tecnológica en 2016. “La sentencia del Tribunal General plantea importantes cuestiones legales que son de relevancia para la Comisión en su aplicación de las normas sobre ayudas estatales a los casos de planificación fiscal”, dijo en un comunicado. “La Comisión también considera respetuosamente que en su sentencia el Tribunal General ha cometido una serie de errores de derecho”, añadió Vestager.
El Ejecutivo comunitario obligó a la multinacional a pagar 13.000 millones a Irlanda en impuestos atrasados, dado que durante más de dos décadas consideró que el Gobierno irlandés apenas le había impuesto gravamen alguno. La estrategia legal para cargar contra este arreglo fiscal tan agresivo fue que se consideraba una ayuda de Estado
ilegal, ya que beneficiaba a una compañía respecto a las demás.
Irlanda apeló la multa, junto a Apple, dado que ponía en cuestión su modelo tributario, tan importante para su economía. El país ofrece no solo el impuesto de sociedades más bajo de la UE (12,5%) sino también numerosos arreglos fiscales a las multinacionales para que apenas paguen impuestos, a cambio de que instalen allí sus sedes. Los jueces europeos consideraron en julio que la CE no había probado lo suficiente desde el punto de vista legal que Irlanda había ofrecido un trato de favor a Apple frente a otras.
La resolución de la saga de Apple resultará crucial para la UE, ya que puede dejar herida de muerte la estrategia de la CE de atacar la erosión fiscal que favorecen algunos Estados miembros por el flanco de las ayudas estatales. El Ejecutivo comunitario tiene otros casos en marcha, incluyendo los arreglos fiscales de Holanda con Ikea y con Nike. Vestager volvió a subrayar ayer la importancia de este caso en la batalla que lidera la CE, y una mayoría de Estados miembros, para que las multinacionales no evadan impuestos o reduzcan con artimañas sus obligaciones ante el fisco. La cruzada sobre todo se dirige contra las tecnológicas, ya que a pesar de sus enormes beneficios apenas pagan impuestos, gracias a los acuerdos que tienen con algunas Haciendas nacionales y la dificultad para gravar sus servicios.
La sanción se fundamentaba en que los arreglos fiscales de Irlanda eran ayudas ilegales