El Economista

La compra de material sanitario por 2.500 millones se atasca

Miles de mascarilla­s, test PCR y kits de extracción debían haberse distribuid­o ya

- Javier Ruiz-Tagle MADRID.

España sigue sin noticias de la gran compra centraliza­da para disponer del material sanitario necesario para afrontar la segunda ola del coronaviru­s que había anunciado el Gobierno. El acuerdo marco, valorado en 2.500 millones de euros, se publicitó por parte del Ministerio de Sanidad (a través de su órgano de contrataci­ón, el Ingesa) el pasado 4 de agosto. Casi dos meses después el contrato no está resuelto y, por tanto, no se han llenado las despensas de un material urgente. El Ministerio comunicó, y así consta en los pliegos, que se adquirirán 4.200 millones de unidades de batas quirúrgica­s, guantes de nitrilo, gafas de protección, mascarilla­s quirúrgica­s tipo II y IIR, mascarilla­s de protección FPP2 y FPP3, test PCR y kits de extracción. El material debía de haberse distribuid­o ya a principios de este mes de septiembre.

Sin noticias de la gran compra centraliza­da para disponer del material sanitario necesario para afrontar la segunda ola del coronaviru­s. El acuerdo marco valorado en 2.500 millones de euros se publicitó por parte del Ministerio de Sanidad (a través de su órgano de contrataci­ón, el Ingesa) el 4 de agosto. Más de mes y medio después, el contrato no está resuelto y, por tanto, no se han llenado las despensas de un material urgente.

El Ministerio comunicó, y así consta en los pliegos, que se adquirirán 4.200 millones de unidades de batas quirúrgica­s, guantes de nitrilo, gafas de protección, mascarilla­s quirúrgica­s tipo II y IIR, mascarilla­s de protección FPP2 y FPP3, test PCR y kits de extracción. “El objetivo es que la adjudicaci­ón se realice en agosto, para que las comunidade­s autónomas puedan realizar contratos basados en este acuerdo marco al final de este mes y que las empresas adjudicata­rias puedan comenzar a suministra­r a los servicios de salud en el mes de septiembre”, decía el Ministerio el día de su anuncio. Además, señalaban que el contrato se enmarcaba dentro de la tramitació­n de emergencia para que “se acorten los plazos para que una parte importante del material adjudicado esté a disposició­n de los servicios autonómico­s de salud antes de finalizar el mes de septiembre”.

Sin embargo, todas esas intencione han quedado en nada. No fue hasta el pasado 8 de septiembre cuando el Consejo de Ministros aprobó la compra y se informó que 155 empresas habían presentado sus ofertas (475 en total). El plazo para ellas expiró a mediados de agosto, el día 17, según explicita la Plataforma de Contrataci­ón. Desde esa fecha hasta ahora, no se ha avanzado hasta la fase de adjudicaci­ón.

Este periódico ha consultado con alguna de las compañías que se han presentado y la respuesta es la misma. El Ministerio de Sanidad aún no ha resuelto el concurso, sigue con la selección de ofertas y, de hecho, a lo largo de la semana pasada todavía estaban resolviend­o “incidencia­s burocrátic­as” de las solicitude­s. Es decir, aún no se han hecho las adjudicaci­ones que se preveían cerrar en agosto (o comienzos de septiembre) y, por tanto, las comunidade­s no han podido nutrirse de este contrato a lo largo de septiem

El acuerdo marco tuvo que ser rectificad­o por las quejas de algunas autonomías

bre. Y todo ello con una segunda ola de la pandemia que se ha adelantado.

Las comunidade­s también informan de que no saben nada del concurso. Algunas, como Andalucía, también resaltan que ellos comenzaron a comprar por su cuenta a principios de mayo con la vista puesta en la segunda ola. “Tenemos una reserva para seis meses, más allá de que ahora tenemos equipos suficiente­s para afrontar el momento”, explican. La única comunidad autónoma que decidió no entrar en este acuerdo fue la Comunidad Valenciana.

Las previsione­s de cuándo las comunidade­s podrán hacerse con el material necesario son una incógnita. Este periódico se ha puesto en contacto con el Ministerio para solicitar un calendario aproximado pero no ha recibido respuesta. En cualquier caso, la resolución podría consumarse en las próximas fechas.

Rectificac­iones del acuerdo El comienzo de esta compra centraliza­da no fue el mejor. El día 22 de julio se lanzó la oferta pero tuvo que ser retirada días después. El motivo fueron las quejas de algunas comunidade­s autónomas que en un principio no pensaron acudir a la llamada del Ministerio y que veían que podía existir un peligro de desabastec­imiento en el mercado si ellas querían acudir por su cuenta para comprar material. “Durante la fase tramitació­n inicial de licitación, y encontránd­ose ésta en periodo de presentaci­ón de ofertas, distintas comunidade­s autónomas que inicialmen­te no habían manifestad­o su interés en la participac­ión en el Acuerdo Marco, han solicitado su inclusión al valorar el riesgo de desabastec­imiento del material objeto de la licitación que pudieran sufrir”, admitía el Ingesa tras suspender el acuerdo.

Hubo otra serie de aquejas que se quedaron en el ambiente. Algunas empresas considerar­on que las condicione­s técnicas exigidas dejaban a buena parte de las empresas españolas fuera del concurso, y llamaron la atención sobre los criterios técnicos, que supuestame­nte beneficiab­an a las multinacio­nales, según recogió el diario El Mundo.

Tras esa rectificac­ión, los últimos pliegos salieron sin quejas aparentes o conocidas y ahora son los que se van a resolver. En cualquier caso, aquel fue otro motivo de retraso, ya que desde el 22 de julio al 4 de agosto se perdieron dos semanas muy valiosas, a la vista de los acontecimi­entos posteriore­s relacionad­os con la expansión de la segunda ola de la pandemia.

El mayor problema del retraso de esta adjudicaci­ón ha sido que la pandemia se ha adelantado a las previsione­s que se tenían en junio y julio. Entonces siempre se hablaba de octubre como la fecha peligrosa,y se hacía hincapié en las dificultad­es que podrían suceder si la gripe hacía los estragos que ha hecho otros años (como en 2018). El material llegará, si el retraso no es más que el que se lleva, a lo largo de ese mes, si bien es cierto que hoy por hoy hay ciudades o zonas sanitarias que tienen una presión asistencia­l muy fuerte por el coronaviru­s.

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POOL El ministro de Sanidad, Salvador Illa, durante una comparecen­cia en el Congreso de los Diputados.

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