Lagarde tendrá más difícil encontrar consenso en el BCE
Lanzará más estímulos “si es necesario”, pero hay diferencias de opinión en la entidad
Ayer, ante la comisión de Asuntos Económicos de la Eurocámara, Christine Lagarde hizo un análisis de la situación económica de la zona euro en la pandemia del coronavirus, y recordó que la fuerza de la recuperación todavía “depende de la evolución de la pandemia y del éxito que tengan las medidas de contención”, destacando también que “la crisis de salud pública va a seguir pesando en la actividad económica y presenta un peligro para la perspectiva económica”.
Lagarde anunció un aumento de la transparencia del BCE con la publicación a partir de ahora de ciertas conclusiones sobre asuntos internos del Comité Ético, pero la presidenta del BCE se centró en afirmar que están preparados para “ajustar todos sus instrumentos como sea apropiado” para asegurar el aumento de la inflación en el entorno de la “alta incertidumbre” causada por la pandemia. Sin embargo, una nueva ronda de estímulos provocará tensiones en el Consejo de Gobierno de la institución. Los halcones, dadas las condiciones relativamente benignas del mercado, quieren que el BCE reduzca discretamente sus compras de bonos, ahorrando munición para incrementar el ritmo de compras de nuevo si fuera necesario. Todo ello sin aumentar el tamaño del Programa de Compras de Emergencia para Pandemias (PEPP).
Los desacuerdos quedaron de manifiesto durante la última reunión de política monetaria celebrada en septiembre, según indicaron a Reuters ocho fuentes distintas cercanas a las conversaciones. Los responsables de política monetaria conservadores –conocidos en la jerga de los bancos centrales como halcones– argumentan que el BCE está minimizando algunas buenas noticias, como los indicadores económicos registrados durante el verano, que fueron mejores de lo esperado.
Al otro lado del tablero, las palomas o banqueros centrales inclinados hacia la flexibilización monetaria presionan a Lagarde para que adopte un lenguaje más contundente ante los riesgos para el crecimiento y la amenaza de la apreciación del euro frente al dólar.