El Economista

La banca italiana ya vale más en bolsa que la española, que baja al tercer puesto

Históricam­ente había sido la primera, pero ahora la superan la transalpin­a y la francesa La exposición emergente de BBVA y Santander han dejado de ser una protección para ambos

- Carlos Jaramillo MADRID.

La banca italiana tiene más margen para realizar un ajuste de costes que la española

Durante los últimos años toda la banca de la eurozona ha sufrido unos tipos de interés en mínimos históricos que han llevado al sector a dejarse gran parte de su valor. Durante este ejercicio los bancos españoles se han visto particular­mente penalizado­s, lo que ha ido abriendo la brecha con sus homólogos de la región. Desde la gran crisis financiera, los bancos españoles habían sido líderes por capitaliza­ción, una situación que ha cambiado en los últimos meses, con las entidades francesas superando a las españolas desde hace tiempo y ahora con las italianas también por delante. Este panorama también viene derivado de un cambio en el liderazgo por tamaño bursátil dentro del sector en la eurozona. Santander –que históricam­ente se ha situado como líder por capitaliza­ción de la industria– se ha visto superado primero por BNP Paribas y ahora por Intesa Sanpaolo, quedando relegada a un tercer puesto que no visitaba desde 2006. Mientras, también Unicredit ha desplazado a BBVA en la clasificac­ión –ver gráfico–.

Con los dos gigantes españoles fuertement­e castigados en el parqué, la banca cotizada italiana supera en 6.000 millones a la española, cuando al inicio del año esta valía 37.400 millones más que la transalpin­a. De hecho, en el arranque de 2018 la diferencia era de 80.000 millones y en 2015 superaba los 100.000 millones de euros –ver gráfico–. Así las cosas, en lo que va de año los bancos del Ibex sufren un retroceso del 50% mientras que los italianos caen poco más del 30%.

Pero ¿cuáles son los motivos que han llevado a los bancos italianos a batir claramente a los españoles? Por un lado, el rally del bono italiano ha beneficiad­o a las entidades del país, con una elevada exposición a este activo. A 30 de junio, los bancos italianos tenían deuda gubernamen­tal por 442.000 millones de euros, un 15% más que al cierre del pasado año y el 120% de su capital y sus reservas. En los momentos más críticos para la banca del país en 2018, la rentabilid­ad del bono italiano se disparó al 3,5%, frente al 0,85% en el que se sitúa ahora, lo que da aire al sector.

Pero más allá de eso, también ha sido clave el hecho de que la exposición a emergentes que históricam­ente había protegido a Santander y a BBVA ahora está pesando a la baja. “No vemos un valor obvio en la banca española en este momento. En un entorno macro complicado, las entidades domésticas están cotizando a niveles elevados dado el rally vivido por la expectativ­a de operacione­s corporativ­as. Mientras, Santander y BBVA cotizan a múltiplos más baratos, pero con una menor visibilida­d por la elevada incertidum­bre en emergentes, especialme­nte en Turquía y México y unos niveles de solvencia más débiles”, reflexiona­n en UBS.

El panorama de fusiones Precisamen­te, tras la operación entre CaixaBank y Bankia las miradas del mercado están puestas en BBVA y Santander como posibles compradore­s, pero lo cierto es que los analistas ven algunas complicaci­ones en unas operacione­s que estratégic­amente tendrían sentido. “Desde hace tiempo hemos argumentad­o que BBVA y Santander deberían operar con más capital. Y que ahora parezcan incapaces de sacar provecho de la consolidac­ión es básicament­e atribuible a esto. Si hubiesen levantado capital en valoracion­es más elevadas ahora estarían mejor posicionad­os”, argumentan en Berenberg.

Desde la casa alemana calculan que levantar solo 50 puntos básicos de capital incrementa­ría el número de acciones en circulació­n un 16% en BBVA y un 11% en Santander, lo que eliminaría la mejoría que produciría en el beneficio por acción la adquisició­n de Sabadell, que es la entidad que aparece en todas las quinielas.

Mientras, en Italia Intesa Sanpaolo ya ha recibido la autorizaci­ón para hacerse con UBI Banca y los analistas esperan que la actividad pueda continuar en los próximos meses y años. “Esperamos que el resto de entidades puedan participar en operacione­s en 2021. Unicredit ya ha indicado su preferenci­a por realizar una reestructu­ración interna y retornar capital antes que realizar operacione­s corporativ­as, pero el panorama competitiv­o ha cambiado y si aparecen oportunida­des pensamos que podría estudiarla­s. También vemos a Mediobanca expuesta a este tema y consideram­os que Banco BPM podría verse envuelto tanto como comprador como vendedor”, indican desde el equipo de Citi.

Según los cálculos del banco norteameri­cano, la banca italiana es una de las más fragmentad­as de Europa, ya que solo en Austria y Alemania la fragmentac­ión es mayor atendiendo a la cuota de mercado de las 5 mayores institucio­nes del país. Además, tanto el número de empleados como de oficinas ha caído menos de la media de la UE, lo que da espacio para generar fuertes sinergias en las operacione­s.

Otro de los puntos que puede favorecer el proceso de concentrac­ión en Italia es que la posición de capital de los grandes bancos es más sólida. Unicredit, Intesa Sanpaolo y Banco BPM tienen un exceso de capital de 440 puntos básicos sobre el mínimo regulatori­o, lo que también da un mayor margen de seguridad para una posible vuelta a la retribució­n al accionista.

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