Previsión ficticia en el Presupuesto
No hay base alguna para dar por segura la recepción de 21.000 millones en ayudas europeas en el año próximo
El Gobierno puede afirmar que tiene ante sí un camino cada vez más allanado hacia la aprobación de sus Presupuestos. A ello contribuye el hecho de que el Ejecutivo suspendió los límites de déficit y deuda para todas las Administraciones durante el periodo 20202023. Lo que Moncloa presenta como una ayuda para autonomías y ayuntamientos es, sobre todo, una vía de garantizar la aprobación instantánea de la senda de consolidación fiscal sobre la que deben fundamentarse sus Cuentas de 2021. De hecho, esa senda ni siquiera tiene que someterse ya a votación en el Congreso. Bastará con que el Gobierno defina unos objetivos de déficit y deuda meramente aproximados, e informe de ellos a la Cámara. Más preocupante resulta que el Ejecutivo se permita esa misma laxitud en los cálculos respecto al contenido mismo de los Presupuestos. Hasta el punto de que incluirá en ellos 21.000 millones extra, relacionados con los fondos que corresponden a España procedentes del fondo europeo de ayudas contra la crisis actual. Se trata de una partida que carece actualmente de fundamento real. El Plan Marshall de la UE no está completamente aprobado y lo mismo ocurre con la entrega de los fondos a cada uno de los países. Todo apunta a que el proceso, en el mejor de los casos, no terminará antes de la próxima primavera. De hecho, lo más probable es que la cuantía que reciba España en 2021 se quede en un anticipo de solo 4.000 millones. No hay base, por tanto, para que el Gobierno dé por hecha la recepción de 21.000 millones en total. Esa partida inflada será útil con fines propagandísticos, al permitir al Ejecutivo exhibir músculo ante la oposición. Ahora bien, su único efecto real estribará en elevar aún más el déficit.