Lidl reduce 425 toneladas de azúcar y sal de su surtido
Se convierte en el primer súper en alcanzar el ‘Plan Naos’, cuyo objetivo es invertir la tendencia en obesidad
Lidl ha conseguido ser la primera cadena de supermercados en alcanzar los objetivos marcados por el Plan Naos de nutrición, mostrando un firme compromiso con la alimentación saludable. En enero de 2019, la empresa se unió al “plan de colaboración para la mejora de la composición de los alimentos y bebidas y otras medidas” promovido por el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social a través de la Aesan. Dicho plan recoge los compromisos de reformulación de los sectores de la fabricación y de la distribución, para varios tipos de alimentos y bebidas de consumo habitual en los jóvenes y familias, centrándose en la reducción de azúcares añadidos, sal y grasas saturadas.
Lidl ha analizado los 13 grupos de productos establecidos en el plan, reformulando así un 10% sobre el total de su surtido envasado de marca propia. De este modo, ha logrado reducir hasta 425 toneladas de azúcar y sal anuales, lo que equivaldría a más de un millón de terrones de azúcar o lo que es lo mismo, más de 21.200 tazas de café llenas de azúcar o sal. Un terrón de azúcar contiene 4 gramos y una taza de café tiene una capacidad de 200.
Cabe destacar que la mejora de los productos reduciendo azúcares, sal y grasas saturadas se realiza sin perder de vista las calorías totales. Así se evita, por ejemplo, que en un alimento se reduzca el azúcar a costa de aumentar la grasa, de modo que al final el producto acabe teniendo las mismas o incluso más calorías. La cantidad de calorías diarias recomendadas para adultos según la OMS son 2.000 calorías. En este sentido, gracias a la colaboración que Lidl mantiene con sus proveedores, ha cumplido con los objetivos del Plan Naos e, incluso, ha conseguido reducir en su gran mayoría de artículos, un porcentaje superior de azúcar, sal y grasas saturadas a los preestablecidos.
Trabaja en un plan para 2025 que pretende rebajar un 20% la sal y azúcar de marcas propias
Objetivo ambicioso
Desde hace cinco años y con el objetivo en 2025, Lidl trabaja en un ambicioso plan, basado principalmente en reducir al menos un 20% la cantidad de sal y azúcares añadidos del surtido de marcas propias a través de diversas medidas. En el marco de este objetivo, por ejemplo, logró en 2017 eliminar 1.000 toneladas de azúcar en sus refrescos.