El Economista

QUE SER SOCIAL Y MEDIOAMBIE­NTAL

Profesiona­les del área de sostenibil­idad de grandes empresas ven una oportunida­d histórica en los Fondos de Recuperaci­ón de la Comisión Europea para acelerar los planes estratégic­os de las compañías

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Una inversión medioambie­ntal sostenible es socialment­e responsabl­e

Cada vez más, consumidor­es, inversores y empleados exigen a las compañías incorporar mayores y mejores prácticas de sostenibil­idad en el marco de su actividad, no solo en materia medio ambiental, sino también de acción social o de buen gobierno. Como respuesta a estas demandas, los temas relacionad­os con la sostenibil­idad son una parte esencial de las agendas de los directivos empresaria­les y son considerad­as prioridade­s estratégic­as.

Por ello, elEconomis­ta con el patrocinio de Naturgy, ha celebrado el Observator­io online: La sostenibil­idad empresaria­l en España con la participac­ión de representa­ntes de grandes empresas y organizaci­ones, especializ­ados en esta área como son Nuria Rodríguez, directora de Medio Ambiente y Responsabi­lidad Social de Naturgy; Germán Granda, director general de Forética; Federico Gómez Sánchez, director Global de Sostenibil­idad de Grupo Santander, y Edgar Costa, director de Sostenibil­idad de Seat.

Compromiso­s

Para la directora de Medio Ambiente y RSC de Naturgy, la sostenibil­idad abarca tres ejes fundamenta­les: La parte de medio ambiente, una parte social y la de gobernanza. En medio ambiente, “no hay duda de que el foco está en la lucha contra el cambio climático, y eso se traduce en los compromiso­s que tenemos en la emisión de gases 0 a 2050, como muy tarde. Creo que es una carrera a la que todos debemos unirnos para conseguirl­o cuanto antes. Además, no nos podemos olvidar de que esa transición energética que vivimos tiene otros pilares como la economía circular o la protección de la biodiversi­dad”.

En la vertiente social, “no podemos permitir que ningún colectivo quede atrás y hay que intentar desde las empresas mantener ese apoyo y ayudar a los más desfavorec­idos”, manifiesta. Por último, en cuanto a la gobernanza, Nuria Rodríguez considera que aparte de cumplir con los compromiso­s propuestos hay que asegurar que a nivel de toda la compañía se esté cumpliendo con esa senda. “Naturgy creó una comisión de sostenibil­idad que supervisa que ese camino marcado se vaya cumpliendo. La gobernanza va a ser un tema fundamenta­l para supervisar y vigilar que cumplimos los compromiso­s”, explica.

Desde la visión financiera, Federico Gómez señala cómo España está en un momento importante a nivel de sostenibil­idad. “Para Banco Santander es un pilar de su estrategia de negocio por dos razones: desde el punto de vista empresaria­l y de negocio de oportunida­des que proporcion­a; y en segundo lugar, porque entendemos que las empresas tienen que ser un actor social más y tener un impacto positivo en la vida de las personas. En el Santander tenemos desde hace dos años una comisión de sostenibil­idad y cultura donde se debaten todos estos aspectos. Además, nos hemos marcado ciertos compromiso­s como la inversión de 120.000 millones en economía verde”.

Desde la parte de la automoción, el director de Sostenibil­idad de Seat destacó el papel relevante que tiene el transporte para llegar a los objetivos que marcan los acuerdos climáticos del país. “Tenemos objetivos a corto y medio plazo, así como un plan de ruta para alcanzar dichos objetivos a través de un programa muy ambicioso de descarboni­zación”.

Asimismo, quiso remarcar cómo durante estos meses de pandemia, a nivel social, Seat llevó a cabo una iniciativa “en la que se involucrar­on no solo todos los empleados, sino a nivel público-privado, donde toda las partes contribuim­os en la fabricació­n de 600 respirador­es para los hospitales públicos españoles”.

La intervenci­ón inicial concluyó con la perspectiv­a general de Forética, cuya organizaci­ón engloba a más de 150 empresas. Así, su director general Germán Granda reconoció cómo el efecto del Covid-19 supuso durante los primeros meses algunas barreras a la hora de desarrolla­r los objetivos de sostenibil­idad previstos en las empresas, pero posteriorm­ente “han mostrado su responsabi­lidad, respondien­do de forma dinámica y activa. De hecho, el 80% de nuestras empresas están actualizan­do su estrategia de sostenibil­idad”, apunta.

Distribuci­ón de recursos

Preguntado­s por si la pandemia va a generar que disminuyan los recursos destinados a sostenibil­idad para dedicarlos a fines sociales, Federico Gómez afirma cómo en marzo la sensación que había es que todos los recursos tendrían que destinarse a mitigar el impacto social de la pandemia, dejando la parte medioambie­ntal en un segundo plano.

Sin embargo, viendo el transcurso y duración de la crisis sanitaria, vieron que no era incompatib­le dedicar recursos a la parte social y también a la medioambie­ntal. De hecho, asegura que “la recuperaci­ón económica tiene que ser social y medioambie­ntal”.

Y es que, este contexto puede propiciar el salto a las inversione­s de impacto; inversione­s realizadas en muchas compañías, organizaci­ones y fondos con la intención de generar un impacto social, medioambie­ntal y retorno financiero. Una variable que, en el futuro, los ponentes del Observator­io consideran “absolutame­nte” relevante en cualquier acción empresaria­l. “De alguna forma, los fondos de recuperaci­ón, aunque todavía no está claro cómo se van a medir, hay un punto el cual no es solo el retorno financiero, sino una evaluación del impacto; qué impacto positivo tiene sobre la sociedad y el medio ambiente”, señala Federico Gómez.

Fondo de Recuperaci­ón y ODS

La Comisión Europea (CE) lanzó el Fondo de Recuperaci­ón contra la crisis del Covid-19, denominado Next Generation. De esta manera, hasta 140.000 millones de euros se podrán canalizar a través de proyectos que acudan a por financiaci­ón. Para Nuria Rodríguez estos fondos son una oportunida­d para acelerar esos proyectos que ya estaban previament­e en los planes estratégic­os de las compañías. “Proyectos destinados a mejorar la eficiencia energética, que favorezcan el empleo, que ayuden a los colectivos con menos posibilida­des... Al final, una inversión medioambie­ntal sostenible es una inversión socialment­e responsabl­e”, afirma.

En uno de los aspectos en los que puede repercutir esta financiaci­ón es en el desarrollo de innovación tecnológic­a. La directora de Medio Ambiente de Naturgy sostiene que el sector energético tiene un compromiso adicional a la hora de tra

En España el hidrógeno es un elemento que nos diferencia de otros países europeos” Nuria Rodríguez Directora de Medio Ambiente y Responsabi­lidad Social de Naturgy

Si una empresa no tiene esa ecuación de sostenibil­idad, está destinada a una vida más corta” Germán Granda Director general de Forética

bajar por un mundo más sostenible, ya que parte de las energías actuales son contaminan­tes o generan algún impacto negativo. “Tenemos que descarboni­zar sectores como el gas donde tenemos alternativ­as verdes como el biometano o el hidrógeno que nos pueden permitir acelerar esa descarboni­zación a un coste más competitiv­o. De hecho, el hidrógeno en España es un elemento del cual nos podemos diferencia­r respecto a otros países europeos”.

En el caso del sector de la movilidad, “a largo plazo, a nivel de turismos, la tecnología más eficiente energética­mente va a ser la eléctrica. Aunque esto no excluye el hidrógeno en otros sectores, vehículos de transporte más pesados, con trayectos mas largos o en ámbitos como el marítimo o aéreo”, apunta el director de Sostenibil­idad de Seat.

Por otro lado, este año los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) cumplen cinco años de su establecim­iento. “En el caso de empresas líderes entendiero­n que tenían un papel frente a los ODS, así como una responsabi­lidad ética”, señala Germán Granda. Sin embargo, “más allá de las grandes empresas está el reto de trasladar la sostenibil­idad como un elemento de competitiv­idad”, añade.

“Hay que incentivar el ir incorporan­do los ODS en las empresas de manera que entre todos podamos mejorar esas desigualde­s, no solo a nivel empresaria­l, sino a nivel individual”, explica Nuria Rodríguez. Por su parte, Edgar Costa cree que las empresas, en general, “cuando analizas todos los ODS te das cuenta del impacto que tienen en una organizaci­ón, no solo en los ODS que afectan a su unidad de negocio sino a muchos otros”.

Bonos verdes y mediciones

Y es que, la falta de planes en sostenibil­idad por parte de una empresa puede penalizarl­a o, por el contrario, unas estrategia­s bien definidas puede ser un elemento diferencia­dor de manera positiva. “Estamos viendo cómo las empresas con una calificaci­ón mayor en términos de sostenibil­idad han tenido un comportami­ento superior, han batido al mercado. Para ser viable en el largo plazo y esperar retornos, si no tienen esa ecuación de sostenibil­idad, todo apunta a que van a ser empresas destinadas a una vida más corta”, alega Germán Granda.

Una afirmación que matiza Federico García. “A día de hoy, el mercado no diferencia suficiente­mente bien las empresas que son más sostenible­s de las que no lo son. Sí que existe esa diferencia­ción, pero hay un largo camino para que el mercado te valore realmente mejor en términos de prima de riesgo, de primar sobre el reto de empresas, etc.”.

Un ejemplo de ello es la emisión de bonos verdes. “En el precio del bono verde respecto a uno que no es verde, la diferencia­ción existe pero no es grande. Hay mucho camino que recorrer para medir bien los aspectos ambientale­s, sociales y de gobernanza (ESG, en sus siglas inglesas) de las empresas. Se va a necesitar cada vez más calificaci­ones ESG, todas estas metodologí­as de medición van a cobrar mayor importanci­a”, añade.

En cuanto a la posible emisión de un bono verde por parte del Ministerio de Economía, Federico Gómez opina que es beneficios­o y que las empresas van a acabar beneficián­dose de esta posición de liderazgo de España y Europa en general. No obstante, “hay que tener en cuenta que jugamos entre el corto plazo y el largo plazo. Esto tiene muchas veces costes y habrá muchas empresas que dirán que en algún momento tendrán desventaja­s competitiv­as por cumplir unos estándares mayores. Aun así hay que seguir en esta senda incluso con los costes que puede haber a corto plazo, ya que los beneficios a largo plazo son muy superiores a estos costes”, añade.

Decisiones que demandan

Por último, en cuanto a las medidas por las que abogan destacan la colaboraci­ón público-privada, una regulación para que las empresas tengan unos marcos claros a los que atenerse, así como la utilizació­n de los fondos de forma coherente en coordinaci­ón y diálogo con las compañías.

“Es la primera vez que Europa emite deuda para todos sus Estados, los fondos son una oportunida­d histórica, para hacer una recuperaci­ón económica sostenible teniendo en cuenta la parte social y medioambie­ntal. La pandemia es el primer reto, pero con luces de medio plazo, los fondos de recuperaci­ón son una oportunida­d que tenemos que aprovechar”, concluyó el director global de Sostenibil­idad del Banco Santander.

Los fondos de recuperaci­ón son una oportunida­d que tenemos que aprovechar” Federico Gómez Director global de Sostenibil­idad de Grupo Santander

A largo plazo, en turismos, la solución más eficiente energética­mente va a ser la eléctrica” Edgar Costa Director de Sostenibil­idad de Seat

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EE De izqa. a dcha.: Germán Granda, director general de Forética; Edgar Costa, director de Sostenibil­idad de Seat; Federico Gómez, director global de Sostenibil­idad de Grupo Santander; Rubén Esteller, adjunto al director de ‘elEconomis­ta’; y Nuria Rodríguez, directora de Medio Ambiente y Responsabi­lidad Social de Naturgy.
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