Botín niega presiones para hacerse con el Popular
Ron le ofreció la operación seis meses antes de la adquisición por un euro
La presidenta del Santander, Ana Botín, admitió ayer en su declaración como testigo ante el juez de la Audiencia Nacional que investiga el caso Popular que, días antes de la resolución del que era el sexto banco del país, el entonces ministro de Economía, Luis de Guindos, y el gobernador del Banco de España, Luis María Linde, se pusieron en contacto con ella “preocupados” por la fuga de depósitos que estaba viviendo la entidad y las bajadas de rating. Sin embargo, negó haber sufrido presiones por parte de ambas autoridades para adquirir el banco.
La ejecutiva, asimismo, también reconoció que el expresidente del Popular, Ángel Ron, le ofreció comprar la entidad a finales de 2016, más de seis meses antes de que el grupo tuviera que ser intervenido por su falta de liquidez. Botín aseguró que, entonces, hubo reuniones de máximo nivel (en las que ella no participó, pero sí el entonces presidente de Santander España, Rodrigo Echenique) para evaluar la operación, aunque quedó en nada. Según la banquera, la principal traba para adquirir el Popular era que el precio de mercado del Popular estaba muy por debajo de su valor real.
No obstante, aseguró que, meses después, en mayo de 2017 y escasos días antes de la intervención del Popular, el Santander, al igual que otras entidades, analizó la compra del grupo financiero, aunque, finalmente, tampoco presentó oferta.
La presidenta del Santander dice que es pronto para saber si la compra beneficia al grupo
La banquera aseguró que rechazaron comprar el banco en este segundo estudio porque estaba “en una situación compleja” y había habido un deterioro progresivo en la pérdida de confianza. Además, añadió que el Popular tenía déficit de provisiones en comparación con el resto de competidores del país, no obstante, no incumplía con el capital regulatorio ni tenía patri