LA VERDAD SOBRE LOS FONDOS EUROPEOS CONTRA LA CRISIS
Lejos de mi intención está el competir en creatividad político-financiera sobre las cifras de los fondos que a propósito de la pandemia Covid-19 se han acordado en la Unión Europea (UE). Más allá de si Next Generation EU serán 750.000 millones de euros hasta 2027, 140.000 para España y 27.000 en 2021, deseo indicar algunos aspectos cualitativos. Los presentaré en forma de 10 tesis:
1. Lo importante de los nuevos fondos Covid-19 es el acuerdo entre los Estados Miembros (EM) para permitir que la UE financie algunas acciones inscritas en su presupuesto con emisión de deuda de la UE. Este es un gran cambio cualitativo, aun cuando por su tamaño relativo y sus circunstancias no alcance a ser el momento hamiltoniano de Europa.
2. Los fondos Covid-19 llegarán a los presupuestos de los EM durante seis años, lo que limita muy sustancialmente su impacto sobre la crisis económica coyuntural derivada del modo de atender a la pandemia Covid-19.
3. Los fondos Covid-19 llegarán condicionados y según reglas. ¡Afortunadamente!, según añadimos los economistas. Ni se aplicarán en cualquier contexto institucional, ni servirán a cualquier política económica nacional, ni pagarán cualquier cosa ni de cualquier modo. Por consiguiente, más que la cantidad de los fondos, importa la calidad necesaria para que finalmente se hagan efectivos.
4. Los fondos Covid-19 serán poco relevantes. Efectivamente, se financiarán, prepararán y liquidarán en un contexto de política monetaria sin tasa ni límites, que no para mientes buenas prácticas financieras y que compra toda suerte de deuda, no pública sino también privada.
5. El interés práctico de los EM por los fondos Covid-19 es limitado. Efectivamente, con capacidad de emitir deuda pública sin límite
España es el peor país a la hora de gestionar el dinero del Presupuesto comunitario
y a interés cero, los EM tienen menos necesidad de recursos como los europeos Covid19, que son condicionados, lentos y que igualmente terminarán pagando.
6. España es el peor país en gestionar los fondos del presupuesto de la UE. Lamentablemente, hoy España es el país de la UE que usa una menor proporción de los fondos regionales y de PAC asignados (fondos que en parte ya ¡ha pagado España!). Los países frugales no van a tener que emplearse mucho: en Europa la norma se cumple. Y si los proyectos a financiar en España y en cualquier otro EM de la UE no cumplen las normas del presupuesto de la UE, no se pagarán, aunque a lo mejor se dé escasa publicidad a esta negativa situación.
7. Los fondos Covid-19 pueden convertirse en ayudas de Estado -estas que en el Mercado Común están prohibidas y son nulas de pleno derecho-. En este caso serán subvenciones consentidas, donde los beneficiarios van a ser las grandes empresas y los fondos internacionales que están detrás de muchas de ellas. Recordemos la orientación a la descarbonización y a la transformación digital. Pocos recursos Covid-19 llegarán a las pymes.
8. Si la crisis Covid-19 se empantanara en forma de importante depresión y deflación, y aquí y allá estallasen las burbujas bursátiles y financieras, otros muchos fondos europeos de la UE y de los EM serán necesarios, en particular para rescatar a bancos y grandes compañías industriales.
9. Los fondos Covid-19 han sido convertidos en una cuestión de política nacional, en España y allende. Con ellos los políticos se cuelgan medallas. De este modo, cuando próximamente en España el paro supere largamente el 20% (¡20%!), quienes gobiernan dirán que Bruselas y la UE es tacaña y culpable.
10. Europa es un ancla en la democracia, en la economía social de mercado, el capitalismo del Estado del bienestar, el Estado de derecho, la estabilidad institucional y el buen gobierno. La UE ayuda a ser mejores. Muy bienvenidos sean, pues, los fondos europeos Covid-19.