AIE: el Covid-19 no alterará mucho el mercado petrolero
La Agencia augura una demanda plana durante los próximos 10 años, con un leve descenso
El mercado petrolero no sufrirá un gran cambio por la pandemia hasta 2030, según las previsiones de la Agencia Internacional de la Energía (AIE): el célebre peak oil se alcanzará en algún momento de la próxima década, pero la demanda permanecerá plana, ligeramente a la baja, y con una diferencia máxima de 4 millones de barriles al día entre un escenario de rápida recuperación económica y otro con una recuperación más tardía.
Según el World Energy Outlook, presentado ayer, la pandemia tendrá un fuerte impacto en la demanda energética: en 2020 se reducirá un 5%, y su evolución dependerá de la fuerza de la recuperación económica y de las políticas de los estados. La tendencia apunta a dos posibilidades: si la pandemia se controla el año que viene, los niveles de 2019 se recuperarán en 2023; pero si no es así, y la recuperación es más lenta, la demanda no volverá al nivel del año pasado hasta 2025.
Dicho de otro modo: antes de la crisis sanitaria, la AIE auguraba una subida de la demanda global del 12% hasta 2030, pero ahora cree que oscilará del 9% al 4%, dependiendo del ritmo de superación de la crisis, y con grandes diferencias en las fuentes de energía.
Suceda lo que suceda, la demanda de carbón no se recuperará y su cuota global se quedará por debajo del 20% en 2050, un nivel anterior a la revolución industrial. El petróleo, por su parte, se mantendrá en los niveles actuales hasta 2030, a menos que los gobiernos cambien radicalmente sus políticas: “No hay señal de un rápido descenso; la recuperación económica llevará pronto la demanda de crudo a niveles precrisis”, sentencia Fatih Birol, director de la AIE.
Solo cuatro millones de barriles Birol no ve grandes cambios en la dinámica del mercado de crudo –la diferencia máxima por culpa del Covid-19 es de cuatro millones de barriles diarios, sobre una demanda de un centenar–, pero sí advierte del hundimiento del valor de las reservas, que estima entre el 24% y el 34% hasta 2040, y pone como ejemplo los deterioros recientemente anunciados por las petroleras, superiores a 50.000 millones de euros.
Las renovables son las grandes triunfadoras: van a cubrir el 80% del aumento de la demanda eléctrica hasta 2030. “Veo la energía solar convertida en el nuevo rey de los mercados eléctricos”, dice Birol, comentando las expectativas de la AIE de que la tecnología triplique su peso durante los próximos 10 años, “con la posibilidad de crecer mucho más rápido”, gracias a sus bajos costes. Eso sí, hará falta un tremendo impulso a las redes eléctricas, y mejorar la descendente rentabilidad de sus operadores para atraer la inversión.