El euro mira al 1,25 ante la debilidad sostenida del dólar
Los menores riesgos y las elecciones restan demanda de dólares
“El euro ganará importancia a medida que el dólar se enfrenta a un período de debilidad sostenida”, resume Robbie Boukhoufane, gestor de deuda de Schroders, y Goldman
Sachs pone un objetivo para el medio plazo: los 1,25 dólares por cada euro. Un máximo no visto desde 2018, cuando el riesgo político se mitigó en el Viejo Continente y la tensión comercial entre la primera potencia mundial y China aumentó.
Desde los 1,18 dólares a los que cotiza actualmente, la moneda común tiene un potencial del 6% hasta ese nivel, tras acumular una subida del 5% en 2020 y de un 10% desde el suelo de la pandemia de coronavirus. Un comportamiento y una expectativa que el propio Banco Central Europeo (BCE) ha incluido entre sus principales preocupaciones.
Estas se sustentan en el impacto que tiene un euro fuerte en la recuperación económica, sobre todo en las economías más exportadoras –entre las que destaca por supuesto Alemania– y en el efecto deflacionista que implica.
Pero tanto la incertidumbre sobre las elecciones de EEUU como los menores riesgos respecto a la primavera hacen que el dólar pierda atractivo para los inversores.
“En el punto álgido de la crisis del Covid-19, el dólar se disparó debido a la amplia demanda de refugio de los inversores –oro o deuda de EEUU– y por parte de las instituciones mundiales, que estaban desesperadas por adquirir dólares para hacer frente al pago de sus obligaciones en esta divisa”, recuerda el experto de Schroders.
Ese escenario ya pasó, y ahora “la reciente debilidad del dólar puede atribuirse en parte a la enorme respuesta a la pandemia y a la consiguiente mejora de los datos económicos, lo que, combinado con la abundancia de liquidez, explica en gran medida el rebote de los activos de riesgo, que se ha correlacionado con la caída del billete verde”, concluye.