Carlyle, Towerbrook-Onex, CVC y KKR abren la puja por ITP por 1.500 millones
Goldman Sachs y Bank of America seleccionarán esta semana a los invitados a esta subasta La salida de Rolls Royce se enmarca en su rotación de activos no estratégicos por el Covid
El grupo Rolls-Royce comienza a dar forma a la venta del fabricante vasco ITP Aero, valorada en 1.500 millones. De la mano de Goldman Sachs y Bank of America seleccionará esta semana a los invitados a una subasta reducida. Carlyle, CVC, KKR y el consorcio de Towerbrook y Onex son algunos de los candidatos.
Años después del primer intento, la salida de Rolls-Royce de la ingeniería vasca ITP Aero vuelve a tomar forma. Según han confirmado diferentes fuentes financieras a elEconomista, esta semana se seleccionarán a los invitados a esta subasta competitiva, valorada en unos 1.500 millones de euros. Entre ellos, destacan nombres como Carlyle, CVC, KKR o Towerbrook en consorcio con Onex. Menos probabilidades de sumarse a esta puja tienen otros interesados como Platinum, el fabricante alemán MTU o Investindustrial, según las mismas fuentes. En cualquier caso, la decisión definitiva sobre qué candidatos son los elegidos se producirá antes del final de esta semana.
Por el momento, los bancos de inversión que capitanean el proceso –Goldman Sachs y Bank of America– han elaborado un documento con información preliminar sobre la compañía (el denominado teaser) que distribuirán entre los invitados en los próximos días. Los vendedores han descartado una puja multitudinaria al considerar que podría disminuir el interés de los posibles compradores, por lo que han optado por acotar el proceso a un número limitado de interesados. elEconomista contactó con Rolls-Royce, Goldman Sachs y Bank of America, que declinaron hacer comentarios al respecto.
Según las mismas fuentes, la venta de ITP puede resultar algo complicada por la situación que enfrenta el sector aeronáutico en la actualidad, pero los fondos interesados no confían en una recuperación de la actividad hasta 2023. Además, son conscientes también de que la compra del fabricante aeronáutico vasco es una inversión a largo plazo: es decir, frente a los tres-cinco años que suelen permanecer de media los fondos de capital riesgo en las compañías, se fijan un horizonte temporal de más de siete años para poder cumplir los objetivos de esa inversión.
La situación del sector
Esto no ha hecho que pierdan el interés, pues esta tendencia es cada vez más frecuente en el sector y ya hay gestoras de capital riesgo que cuentan con vehículos de inversión específicos que tienen un horizonte temporal más amplio, replicando más la tesis de los fondos especializados en infraestructuras, que permanecen 10 años como mínimo en el accionariado de sus participadas.
En este sentido, todo apunta a que el nuevo dueño de ITP Aero será un capital riesgo, tras el intento de compra fallido de Indra en el año 2019, que llegó a valorar el 51% del fabricante vasco en 659 millones de euros. En aquel momento, la transacción no se cerró por cuestiones de precio y se llegó a plantear la entrada de un fondo para financiar esta operación, sonando Investindustrial como favorito, pese a contar con el apoyo de diferentes bancos.
Las pérdidas de Rolls-Royce
El grupo británico quiere desprenderse de activos por 2.250 millones de euros
Desde entonces, la situación ha cambiado por completo para el grupo británico Rolls-Royce como consecuencia de la pandemia del coronavirus y el hundimiento de la demanda en el sector aéreo. Según los últimos datos públicos, RollsRoyce registró una caída en sus ventas del 26%, hasta 5.824 millones de libras (6.550 millones de euros, al cambio actual), e incrementó sus pérdidas hasta los 5.378 millones de libras (6.049 millones de euros).
No obstante, será a principios de marzo de este año cuando se verá el verdadero impacto de la pandemia en sus cuentas, fecha para la que está prevista la presentación de sus cuentas anuales correspondientes al ejercicio de 2020.
En este contexto de desplome de su negocio ha sido en el que la compañía decidió retomar la venta del fabricante aeronáutico vasco, cuyos ingresos llegaron a representar el 6% del total de Rolls-Royce en el ejercicio de 2019, según muestra su informe anual correspondiente a ese ejercicio. Sin embargo, en el primer semestre de 2020 las ventas de ITP Aero se quedaron en 346 millones de libras (389 millones de euros), el 25% menos.
A mediados del pasado mes de diciembre, además, el director financiero de Rolls-Royce, Stephen Daintith, confirmó a los analistas que la venta del fabricante aeronáutico vasco arrancaría durante el primer semestre del año.
A la venta de esta filial se suman también otra serie de activos no estratégicos de los que el grupo británico también quiere desprenderse, pero que no ha determinado por el momento. En concreto, Rolls-Royce cuenta con un plan de rotación de activos por valor de 2.000 millones de libras (2.250 millones de euros).
Fruto de su delicada situación, el grupo británico también ha puesto en marcha un plan de ajustes que contempla la reducción de 9.000 puestos de trabajo, el 17,3% de su plantilla actual. Sin embargo, esta cifra podría variar en función de cómo se desarrolle la pandemia en los próximos meses y si el sector sigue sin recuperarse. Respecto a ITP Aero, la cifra planteada en un primer momento ascendía a 136 trabajadores, pero finalmente ascendieron a 77 los afectados por el Expediente de Regulación de Empleo.