Movilización sindical para la reforma laboral y el SMI
Los sindicatos CCOO y UGT quieren lanzar “un mensaje nítido al Gobierno” progresista, aunque sería más correcto hablar de tres mensajes: el primero, que una vez cerrada la negociación de los Ertes, es urgente abrir una mesa para negociar la reforma laboral; dos, que en las pensiones hay que derogar la reforma del PP de 2013 e iniciar la negociación donde se dejó en 2011; y tres, que el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) debe subir este año.
Y para que lo oigan en el Gobierno, ambas centrales sindicales han convocado una jornada de movilizaciones el 11 de febrero, cuando a las 11.00 horas se realizarán concentraciones delante de todas las Delegaciones de Gobierno de las distintas capitales de provincias. Y después, como matizó Unai Sordo, secretario general de CCOO, se verá cómo está la situación para decidir si se mantiene la movilización con nuevos actos.
En cualquier caso, se trata de unas manifestaciones muy limitadas en el aforo, según matizó Pepe Álvarez, secretario general de UGT, para evitar aglomeraciones en medio de un fuerte rebrote de la pandemia. “Lo que nunca se nos ocurriría sería poner en peligro la salud de los asistentes a las protestas”, remarcó Álvarez.
Una movilización bajo el lema de ¡Ahora si toca!, en clara respuesta al argumento que ha mantenido la CEOE de “ahora no toca” referido a la subida del SMI o a la conveniencia de reabrir la mesa de negociación de la reforma laboral.
“¡Ahora sí toca! la estabilidad laboral y una regulación más justa, unas pensiones garantizadas y suficientes y subir el SMI”, dijeron los líderes de los sindicatos. Y toca con cierta urgencia. Así, Sordo apuntó que aunque no se ha puesto fecha al Gobierno para que reabra la negociación para la reforma laboral, habló de la semana próxima, o incluso esta misma, para que se fije la fecha de la apertura de la mesa.
Y sobre el SMI, Álvarez recordó que seguirán solicitando que se suba, lo harán en febrero, y en marzo, y en abril y así hasta que el Gobierno subsane lo que para UGT y CCOO se trata de un mero retraso por su parte.