“A corto plazo no me preocupa la inflación, sino la lenta recuperación”
En el debate sobre el efecto que la liquidez y los estímulos tanto monetarios como fiscales tendrán en un potencial repunte de la inflación, Carmen Reinhart reconoce que es complicado encontrar una respuesta, dado que “todavía tenemos una deficiencia de demanda enorme a nivel global”.
El índice de precios al consumidor en EEUU subió un 0,3% en enero respecto al mes de diciembre, su mayor alza en cinco meses, mientras que la inflación interanual se mantuvo en el 1,4%. Las previsiones de la Reserva Federal (Fed) apuntan a un 1,8% interanual en 2021 que crecerá hasta el 1,9% en 2022, mientras que para la zona euro el Banco Central Europeo (BCE) estima un 1% este año y 1,1% el siguiente.
Los miembros de la Fed tienen pocas dudas de que los costes de muchos bienes y servicios aumentarán este año, un trago para los consumidores si los precios de la gasolina, los viajes y otros comienzan a recuperarse de las caídas. Pero sostienen que esto es parte del regreso a la normalidad, no el comienzo de un problema de inflación más persistente.
“Si me preguntas, ¿esto va a pasar mañana?, no lo creo”, especifica Reinhart al hacer referencia a un posible recalentamiento sostenido de los precios. Al respecto, la economista jefa del Banco Mundial manifiesta que es importante no perder de vista que “todavía no sabemos muchos de los efectos de esta situación”.
“A medida que empieza la recuperación tendremos una mejor idea de lo que ha pasado tanto con la demanda como con la oferta agregada”, insiste, al tiempo que advierte sobre lo que realmente le preocupa en el más corto plazo, que no es precisamente la inflación. “Es cierto que hemos sufrido un shock adverso en la oferta que puede contribuir a una inflación más alta, pero esto no es lo que más me preocupa en el horizonte más cercano. Lo que más me preocupa es la lentitud de la recuperación”, avisa.