“No podemos continuar estimulando la demanda indefinidamente”
El profesor y decano emérito de la Universidad de Stanford, Michael Spence, asegura a este periódico que el paquete de estímulo por valor de 1,9 billones de dólares aprobado el viernes pasado por el Senado y que debería ratificarse esta semana en la Cámara de Representantes se postulará como “la ronda final de ayudas”. “El Gobierno ha tratado de amortiguar el golpe y mantener la economía funcionando pero no podemos seguir estimulando la demanda indefinidamente”, aclara.
La batalla contra el Covid-19 ha desplegado una artillería fiscal a este lado del Atlántico que alcanza ya el 32% del PIB, niveles solo superados por la II Guerra Mundial. Del lado monetario, el balance de la Reserva Federal más que triplica el tamaño registrado por aquel entonces y duplica el alcanzado tras la crisis financiera de 2008.
Spence no oculta que la situación actual es todavía complicada dado que la incertidumbre es elevada y el futuro al que nos enfrentamos es todavía desconocido dadas las políticas fiscales y monetarias aplicadas hasta la fecha.
Es por ello que también advierte a las personas que piensan que no existen límites en la deuda soberana, siempre y cuando los bancos centrales sigan comprándola. “Eso no es cierto”, destaca.
Aun así, espera que la economía estadounidense acelere su recuperación en la segunda mitad del año. Sin contar todavía con la remesa de ayudas que se aprobarán esta semana, el indicador de la Reserva Federal de Atlanta, GDPNow, observa en el trimestre en curso un avance del 8,3% para la economía de EEUU, el doble del experimentado en el último trimestre de 2020. Un indicador similar de la Fed de Nueva York (el Nowcasting Report) estima que dicho crecimiento se sitúa en el 8,6%.