La Fed no subirá tipos pese a que la inflación se descontrolará
Powell eleva el crecimiento de EEUU al 6,5%, nivel cercano al 6% de China
El Comité Federal de Mercados Abiertos de la Reserva Federal (FOMC, por sus siglas en inglés) no movió ficha y mantuvo unánimemente sin cambios el precio del dinero, en un rango del 0 y el 0,25%. Sus once miembros con poder de voto tampoco alteraron el ritmo de su compra de activos, que se mantuvo en los 120.000 millones de dólares mensuales (80.000 millones en bonos del Tesoro y 40.000 millones en activos respaldados por hipotecas). No obstante, la comitiva de dos días culminó con una actualización de las perspectivas económicas y el conocido como “dot plot”, el diagrama de puntos en el que los funcionarios del banco central telegrafían el rumbo de las tasas a corto, medio y largo plazo.
Al respecto, la mediana de los 18 altos funcionarios que participan en estas proyecciones indicó que la primera subida de tipos no se producirá en 2023, como ya anticipó en diciembre. Once de los 18 funcionarios continúan situando los tipos entre el 0 y el 0,25% para entonces, y siete descuentan al menos una subida de 25 puntos básicos.
“El aumento transitorio de la inflación no justifica una subida de tipos” dejó claro el presidente de la Fed, Jerome Powell, en su rueda de prensa posterior, donde defendió que las subidas puntuales en los precios “tendrán un impacto global transitorio”. Declaraciones con las que intentó las perspectivas del mercado con las del banco central a medida que “durante los próximos meses la inflación interanual subirá”.
Precisamente, en lo que a la coyuntura económica se refiere, el FOMC mejoró sensiblemente sus proyecciones de crecimiento este año al descontar el último paquete de estímulo por valor de 1,9 billones de dólares rubricado el pasado jueves por el presidente de EEUU, Joe Biden. Powell y sus chicos observan una expansión que competirá o incluso superará a la de China, que ha fijado su objetivo de crecimiento este año por encima del 6%. De hecho, al ser preguntado por la divergencia en la recuperación estadounidense y la europea, el presidente de la Fed no dudó en manifestar que “EEUU lidera la recuperación global” y que su fuerte demanda debería apoyar al resto del mundo. En estos momentos la Fed atisba un crecimiento del 6,5% para el año en curso, cuando el paro caerá al 4,5% y los precios (según los gastos de consumo personal o PCE despuntarán hasta el 2,4% –2,2% en su tasa subyacente–). Para 2022, el PIB se moderará con una expansión del 3,3%, el desempleo se situará en un 3,9% y la inflación subyacente en el 2%. Un año después, la economía avanzará un 2,2%, el desempleo descenderá hasta el 3,5% y el PCE subirá al 2,1% (2,1% en su tasa subyacente).
Según explicó el comunicado posterior a la reunión, tras una moderación en el ritmo de la recuperación, “los indicadores de actividad económica y empleo han repuntado recientemente, aunque los sectores más afectados por la pandemia siguen siendo débiles”. Dicho esto, Powell reconoció que la recuperación se está produciendo más rápido de lo inicialmente previsto.
Sin embargo, los buenos augurios y la reciente subida en los rendimientos de los bonos del Tesoro a largo plazo han suscitado cierto nerviosismo por un eventual repunte de la inflación que sigue sin preocupar excesivamente a la Fed. Una postura que no ha evitado que el mercado haya llegado a descontar hasta tres subidas de tipos de interés en 2023.
Dicho esto, antes de iniciar cualquier subida de tipos está previsto que la Fed cese progresivamente su programa de compra de activos que ha engordado su balance por encima de los 7,5 billones de dólares.
Los primeros indicios de una potencial disminución en el programa de compras de activos no llegarán hasta la segunda mitad de este año, por lo que la reducción del mismo no comenzará, como pronto, hasta el cuarto trimestre o más probablemente en el primer trimestre de 2022. Powell fue claro al asegurar que se advertirá con margen suficiente cuando se cumplan las condiciones para iniciar este proceso.