Ábalos quiere bonificar el 90% en el IRPF si se pacta rebajar el alquiler
Propone suprimir los límites a los precios
En el tramo final de la negociación de la futura Ley de Vivienda, el ministerio propuso a Podemos, su socio en el Gobierno, un mecanismo para la contención y bajada de precios en zonas tensionadas, según el cual, el arrendador que baje el 10% el alquiler de su vivienda podría beneficiarse de una bonificación de hasta el 90% de IRPF. Ábalos propone quitar los límites de precios.
En el tramo final de la negociación de la futura Ley de Vivienda, el ministerio del ramo propuso este miércoles a su socio en el Gobierno de Unidas Podemos un mecanismo para la contención y bajada de precios en zonas tensionadas, según el cual, el arrendador que baje el 10% el alquiler de su vivienda podría beneficiarse de una bonificación de hasta el 90% de IRPF.
El efecto práctico sería el siguiente: “Si un propietario firma un nuevo contrato de alquiler en una zona tensionada reduciendo un 10% la renta del contrato anterior tendría derecho a una reducción del 90% sobre el rendimiento neto en su declaración. Es decir, suponiendo un contrato de arrendamiento de 700 euros mensuales, si firma un nuevo contrato por 630 euros, tendría derecho a un beneficio fiscal en IRPF de cerca de 950 euros al año, superior al beneficio neto que le reportaría optar por un incremento de la renta”, explica Vivienda a eE.
Pero esa propuesta concreta, y la global -que recoge, entre otros aspectos, una declaración de zonas de mercado residencial tensionado, grandes tenedores de vivienda en zonas tensionadas, definición de vivienda vacía a efectos de recargo del IBI- no contentó a sus socios de la coalición, que insisten en que el ministerio se niega a incluir la regulación de precios del alquiler en la Ley de Vivienda, tal y como recoge el acuerdo de Gobierno.
Por tanto, así quedaba la situación tras la reunión de la mañana de ayer entre los equipos liderados por el secretario de Estado de Vivienda,
David Lucas, y la secretaria de Estado para la Agenda 2030, Ione Belarra, en una cita en la que estaba previsto dar “un fuerte impulso” a la norma, tras dos reuniones “técnicas” la semana pasada donde se pulieron los detalles ya cerrados y se avanzó en el desarrollo de los aún no acordados.
No en vano, y pese a las reticencias de Unidas Podemos, la delegación técnica se ha emplazado a posteriores reuniones, con la sensación -explican fuentes de Fomento- de que habrá acuerdo, y de que la formación morada acabará aprobando la propuesta planteada, quizás con algunos aderezos literarios para darle el toque podemita.
Incentivos fiscales La propuesta elevada por el equipo de José Luis Ábalos contiene un nuevo mecanismo de contención y bajada de precios, a través de la mejora del marco fiscal, la declaración de zonas de mercado residencial tensionado y la definición de vivienda vacía en la regulación del recargo existente en el IBI.
La propuesta, según fuentes ministeriales, plantea estimular la oferta, partiendo de la consideración de que en España la propiedad de la vivienda en alquiler corresponde muy mayoritariamente a pequeños propietarios, en su mayor parte particulares, para los que el alquiler de vivienda no es una actividad económica principal. Sin embargo, Unidas
La delegación morada se queja porque no se limita el precio, pero sigue negociando
Podemos rechaza esta propuesta, que dicen que les llegó “a última hora de ayer”. Según fuentes cercanas a su equipo negociador, está “basada únicamente en incentivos fiscales para propietarios” y “no incluye la regulación del alquiler, incumpliendo flagrantemente el acuerdo de Gobierno” y desoyendo las experiencias, a su juicio, positivas que ha tenido tal regulación en los lugares donde se ha puesto en práctica, es decir en Alemania, donde ha resultado ser un proyecto fallido.
Otras experiencias fallidas En las ciudades europeas donde se ha intervenido el mercado del alquiler la experiencia no ha sido nada buena. Tenemos dos ejemplos muy claros que son Berlín y París. En el caso de la capital alemana, el precio ha seguido subiendo, y las viviendas se han encarecido un 36% desde 2015, cuando entraron en vigor las primeras medidas. Además, en tan solo un año, la oferta se ha reducido un 25%.
Es decir, la gente ha sacado sus viviendas del mercado y en la mayoría de los casos las ha puesto a la venta. Si nos fijamos en París, en este caso en dos años ha desaparecido el 15% de la oferta de vivienda destinada a alquiler.