“En 2025 la mitad de nuestras ventas provendrá de alternativas al cigarillo”
Con más de 20 años de experiencia en la compañía, Enrique Jiménez fue nombrado director general de Philip Morris en España y Portugal en julio de 2018. El gran reto que tiene por delante es el impulso de los productos alternativos al cigarrillo tradicional, como iQos. La compañía, propietaria de marcas como Marlboro o Chesterfield, ha adelantado sus planes y quiere que en 2025 la mitad de sus ingresos venga ya de estos productos libres de combustión. España va algo más retrasada en su desarrollo ante la falta de un apoyo legislativo como el que ha habido en EEUU, donde ha recibido el respaldo de la FDA, o del Reino Unido, por la desinformación y la confusión entre los consumidores.
¿Cómo ha evolucionado el mercado de tabacos en 2020?
Según los datos del Comisionado del Mercado de Tabacos la caída de la facturación ha sido del 17,1% y es cierto que las comunidades más turísticas son las que más han sufrido. En este entorno, que no es bueno, nosotros hemos logrado consolidar nuestro liderazgo, con una cuota del 30,4%. Hemos crecido un 30% en el tabaco calentado, que es donde está nuestra apuesta de futuro. Ha habido un esfuerzo ímprobo por parte de toda la organización para adaptarse a las circustancias. Y no solo nosotros, en general todo el sector. La respuesta por parte de los estanqueros, como servicio esencial, ha sido también magnífica.
¿Como han ido los resultados?
Teniendo en cuenta todas estas circunstancias los resultados han sido satisfactorios. El crecimiento del 30% en tabaco calentado es bueno, pero partimos de una base pequeña. Nuestro deseo es que España pueda estar a la altura de otros países en el desarrollo de estas alternativas.
¿Cómo valora la retirada de JTI o de Juul?
Todo aquel que se una a este futuro libre de humo es más que bienvenido. Estos productos cuando tienen una base científica son una aportación positiva de cara al futuro. Yo no puedo hacer comentarios respecto a otros, pero nosotros seguimos con una ilusión intacta en un futuro libre de humo.
¿Debería hacer algo más España en este sentido?
Este es un cambio tecnológico impulsado por la innovación y la ciencia que es imparable. En nuestro caso el 50% de los ingresos globales debería venir de estos dispositivos. Lo hemos revisado al alza porque antes estimábamos entre un 38 y un 42%. Es verdad que el mundo avanza a distintas velocidades. Lo más importante es que el consumidor tenga información y que sepa lo que estos productos son y lo que no son, porque tampoco sean inocuos y tienen que estar regulados. Pero las regulaciones tienen que tener en cuenta las evidencias científicas y protejan el derecho del consumidor a conocerlo en toda su extensión.
Pero es evidente que hay una evidencia científica ....
En Philip Morris tenemos disponibles 18 estudios no clínicos y 10 clínicos que concluyen que claramente no se genera combustión ni humo y se emite un 95% menos de sustancias tóxicas en comparación con los cigarrillso para todo el que quiere consultarlo. Pero es que además hay alrededor 30 estudios independientes de laboratorios y departamentos gubernamentales de EEUU, Reino Unido, Alemania, Países Bajos o Australia. Se está construyendo una evidencia científica. Nosotros fuimos los primeros, pero se están añadiendo más voces.
¿Cómo afectará a las fábricas del grupo este cambio de modelo?
Philip Morris lleva ya invertidos 7.000 millones de dólares en la construcción de ciencia y la reconversión industrial porque los procesos de fabricación son diferentes. Iremos adecuando la capacidad productiva en función de la demanda.
¿Habría alguna posibilidad de que España pudiera atraer inversión ?
Eso es algo complejo, que excede a mi capacidad de decisión. Al final, hay una decisión de reparto de recursos a nivel global. Yo dirijo un cluster que incluye España y Portugal y contribuimos con producción de volumenes en Canarias. Además mantenemos nuestro compromiso con la compra de tabaco en Extremadura.
¿Los objetivos a nivel mundial de ingresos son posibles aquí también?
Mi obligación es esa. Es posible porque es un fenómeno a nivel global que en España debería tener la misma expresión. Pero lo más importante es que los consumidores tengan la información de lo que estos productos les pueden proporcionar. Actualmente estamos ya en el 25% y el objetivo es duplicarlo. En España es menor, supone alrededor del 10%. Tenemos ya 17 millones de usarios en el mundo y más de 150.000 en España. A nivel internacional, trabajando en nuevas versiones de IQOS y del lanzamiento del cigarrillo electrónico Veev.
¿Van a abrir establecimientos de venta directa ?
No somos distribuidores. Tenemos una red fabulosa de estancos, que son profesionales comprometidos y queremos que sean ellos el punto de encuentro con los fumadores. Podemos hacer algo de forma puntual para fomentar el conocimiento de estos productos, pero nada más.
¿Cómo evoluciona el contrabando?
Los últimos datos son de 2019 y lo situaban en el 8,6%. La situación actual ha impedido actualizarlo porque se mide con paquetes recogidos en la calle. Lo que sí que hay es una gran actividad, digna de elogio, por parte de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. Se están interviniendo un gran número de fábricas clandestinas. El comercio ilícito es una realidad y hay que combatirla.
¿Le preocupa una subida fiscal?
Como a cualquier sector, obviamente sí. El Estado recauda, incluyendo el IVA, alrededor de 9.000 millones de euros con el tabaco. Es una categoría que soporta ya una alta presión fiscal, del 80%. Cualquier medida debería ser ponderada para que no provocara un aumento del tráfico ilícito. La recaudación esta optimizada.
¿Cómo les ha afectado el cierre de la hostelería?
No tenemos datos concretos, yo creo que ha afectado más la caída del turismo, pero hay un hecho palpable y es que las ventas se han redirigido de las máquinas de vending a los estancos.