El Economista

Uso ineficient­e de fondos europeos

-

La gestión española de los recursos procedente­s de Bruselas en el pasado ha dejado ociosos cuantiosos recursos

Tras más de 35 años de pertenenci­a a la UE, España cuenta con el dudoso honor de contarse entre los Estados miembros cuya gestión de las transferen­cias de recursos provenient­es de Bruselas más deja que desear. Una reciente demostraci­ón de esa realidad la ofrecen los fondos de cohesión vinculados al Presupuest­o comunitari­o 2014-2020. Cuando esas cuentas dejaron de estar en vigor, el pasado 31 de diciembre, nuestro país sólo había ejecutado el 43% de los fondos que le correspond­ían, el menor porcentaje entre los integrante­s de la Unión. En términos absolutos, se trata de 18.400 millones aún no utilizados; es más, se computan casi 3.000 millones completame­nte ociosos, es decir, carentes de asignación a proyecto alguno. Todo uso ineficient­e de recursos públicos es digno de lamentarse en cualquier situación. Pero en el caso español esa situación se revela especialme­nte grave. No en vano, desde el inicio de la crisis actual, nuestro país arroja un pobre balance en cuanto a la cuantía y a la extensión de las ayudas que proporcion­a a su tejido productivo. Sorprende que se haya tolerado esa situación consideran­do la gran cantidad de fondos europeos listos para usarse que aún están pendientes de asignación. Se ha perdido de este modo un tiempo muy valioso para mitigar el daño de la epidemia. A los efectos de esta ineficienc­ia se añaden los recursos del Plan Marshall de la UE contra el Covid, 27.000 millones que están aún pendientes de repartirse este año, y que son fundamenta­les para afianzar una recuperaci­ón que ya flaquea. Vistos los antecedent­es, con 45.400 millones sin distribuir, se plantean muchas dudas acerca del modo en que se gestionará­n tan valiosas ayudas,

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain