Francia afea la lentitud de Bruselas frente a la pandemia
La puesta en marcha del estímulo se despeja, aunque llegará un año después de su creación
Poco a poco, el fondo de recuperación de 800.000 millones de euros va completando su puesta en marcha. Francia y Alemania presentaron ayer, en una rueda de prensa conjunta, sus planes nacionales de inversiones y reformas. La Cámara Baja italiana adoptó el borrador presentado el lunes por el primer ministro, Mario Draghi. Sumados a la aprobación del plan español por parte del Consejo de Ministros, las cuatro grandes economías europeas enviarán así sus borradores esta semana a Bruselas. Portugal fue el primer socio en hacerlo la semana pasada, y Grecia también envió sus propuestas este martes a la Comisión Europea. No obstante, casi la mitad de las capitales puede que lo hagan después de la fecha objetivo de abril.
La ratificación del fondo también parece que se desbloquea. Tras salvar el obstáculo del Tribunal Constitucional en Alemania, la izquierda polaca parece dispuesta a dar los votos que le podrían faltar al Gobierno de aquel país para dar el visto bueno a que la Comisión pida prestados los 800.000 millones de euros en los mercados. Solo quedan ocho de los 27 Estados miembros por ratificar este permiso, aunque algunos aprobados serán complicados, como el de Finlandia. Sin embargo, las primeras transferencias del fondo no llegarán a las capitales hasta finales de julio, como pronto. Es decir, un año después de que los líderes europeos se pusieran de acuerdo para crear este estímulo comunitario sin precedentes.
“Seamos claros: el año pasado fuimos muy eficientes en la adopción del Plan Europeo de Recuperación y en la decisión sobre la emisión de deuda común. Desde entonces, hemos perdido demasiado tiempo. China ha reanudado su crecimiento. Estados Unidos está en auge. La UE debe permanecer en la carrera”, presionó el ministro de Finanzas francés, Bruno Le Maire, ayer durante la presentación de su plan nacional.
Francia espera recibir del fondo 41.000 millones de euros, presupuestando algo más de los 39.600 millones que se le adjudicaron. La mitad de los recursos los dedicará a la transición climática. Le Maire además prometió reformas “no para el beneficio de la Comisión, sino para el beneficio de los franceses”. Las tres grandes intervenciones francesas serán una reforma del seguro de desempleo, una Ley de Clima y Resiliencia y un marco financiero plurianual, con una regla de control de gasto, dados sus problemas con el déficit.
Durante la misma videoconferencia, el ministro de Finanzas alemán, Olaf Scholz, dejó claro que Alemania apostará claramente por la transformación digital, dedicando más de 14.000 millones.