Cinven se cuela en la puja por ITP Aero por 1.500 millones
El veto del Gobierno a la entrada de inversores extranjeros no resta apetito
El fondo británico Cinven se ha colado en la subasta para hacerse con el fabricante vasco ITP Aero. Según han confirmado diferentes fuentes financieras a elEconomista, esta gestora se suma a KKR, Bain, Platinum y Towerbrook, que también han pasado la primera criba de este proceso competitivo. La operación, que está siendo coordinada por el banco de inversión estadounidense Goldman Sachs, está valorada en unos 1.500 millones de euros. La siguiente ronda de ofertas se producirá entre finales de mayo y principios de junio.
Pese al apetito inversor de los fondos, el gran problema viene ahora de la mano del Gobierno español, que quiere que el fabricante aéreo recupere el carácter nacional que se difuminó con la venta al grupo británico Rolls-Royce en el año 2016. El objetivo, según las mismas fuentes, es impulsar un acuerdo con un socio industrial español en alianza con un fondo de capital riesgo, garantizando así el mantenimiento de las operaciones en el país. ITP Aero cuenta con una serie de contratos con Defensa que la convierten en “estratégica” para España. El grupo británico declaró hace unos días a Reuters que mantienen “conversaciones constructivas” con el Ejecutivo por la venta de ITP.
Sin embargo, el principal problema que enfrentan los candidatos es que las compañías que suenan como candidatos –Aciturri, Indra y Sener– no tienen el tamaño ni el pulmón financiero necesario para poder “acompañarles” en la transacción, al tener que aportar en torno a 750 millones de euros si quieren tener una posición de control, según las mismas fuentes.
Cabe recordar que Indra ya rechazó la operación con ITP Aero hace un par de años, cuando ofreció 639 millones de euros por el 49%. Las conversaciones con RollsRoyce no siguieron adelante, precisamente, por diferencias en cuanto al precio.
Por su parte, cuando Sener vendió el fabricante vasco al grupo británico consiguió reducir su apalancamiento y hacer caja para destinar a otros proyectos. Es decir, la ingeniería española sí tendría recursos para hacer frente a esta adquisición, pero las mismas fuentes consultadas ven complicado que quiera volver a participar en esta compañía sin un plan industrial a largo plazo.
El desarrollo de este proyecto con vistas a futuro es el requisito que todas las compañías, además de Sener, impondrían a sus posibles socios dado que los inversores de capital riesgo permanecen en el capital de las compañías durante un tiempo limitado, que normalmente va de tres a cinco años. Sin embargo, todos los interesados dan por hecho que para rentabilizar la inversión en ITP Aero van a necesitar al menos siete años, dada la situación que atraviesa la industria aeronáutica en la actualidad.
De hecho, la salida de Rolls-Royce de la compañía española se enmarca en su plan de desinversiones de activos no estratégicos por valor de 2.500 millones de libras (2.875 millones de euros, al cambio actual) como consecuencia del impacto de la pandemia del coronavirus en su negocio. ITP Aero, por su parte, registró las primeras pérdidas de su historia el pasado ejercicio por el mismo motivo.
En cualquier caso, según fuentes cercanas a la operación, el proceso está siendo complicado y no descartan que se pudieran producir consorcios al margen del proceso que lo pudieran alterar en los próximos meses. La previsión es que la transacción se desarrolle a lo largo de este año.