El banco “escuchará” al Gobierno sobre el ajuste laboral, pero tomará su propia decisión
El pulso público que mantiene el Gobierno de Pedro Sánchez con los bancos por los recortes de plantilla anunciados protagonizó buena parte de la presentación de los resultados de CaixaBank ayer. Su consejero delegado, Gonzalo Gortázar, quiso evitar un choque con el Ejecutivo y aseguró que la entidad está dispuesto a escuchar su posicionamiento sobre el ERE.
“Nosotros escuchamos a todo el mundo, no solo por ser el Gobierno, también por ser el segundo accionista a través del Frob”, aseguró Gortázar. Pese a ello, el primer ejecutivo de CaixaBank también dejó claro que serán los órganos de gobierno del banco los que tomen las decisiones “conforme a lo que creemos que es lo mejor para la entidad”. Gortázar no desveló si el Frob ya había transmitido al consejo alguna postura concreta sobre el ERE o los sueldos de sus altos ejecutivos, que también se han visto envueltos en la polémica por el ajuste que negocia para cerca de 7.800 trabajadores.
El consejero delegado de CaixaBank defendió la necesidad de la reestructuración pese a las críticas y también subrayó que la remuneración de los directivos está muy regulada desde la crisis financiera. “Queremos escuchar y explicar que no estamos en tiempos fáciles y requieren decisiones difíciles, que muchas veces no gustan. Lo que no podemos es irnos a la inacción”. Por eso recordó que la fusión con Bankia para hacer frente a los retos del sector bancario “recibió los parabienes de todos los reguladores”y que “el 99% de los accionistas aprobaron la fusión”.
El banco insiste en que su intención es lograr el visto bueno de los trabajadores y que el proceso de negociaciones aún es largo. “No contemplo más escenario que llegar a un acuerdo”, asevero Gortázar al ser preguntado sobre qué ocurriría si finalmente no hay un pacto y se mantuviese el rechazo del Gobierno.
El consejero delegado también dio por hecho que de lograrse ese acuerdo social el rechazo político desaparecería.
Reconocimiento a Fainé
El consejero delegado también fue cuestionado sobre la declaración como investigado en el caso Villarejo del expresidente de CaixaBank y presidente de Fundación Bancaria La Caixa, Isidro Fainé. Gortázar minimizó los posibles efectos que este caso podría tener para la entidad y quiso mostrar públicamente su reconocimiento a la figura de Fainé, que consideró “fundamental” en los últimos 60 años de la economía y la banca española.