El Economista

LOS ESTÍMULOS FISCALES BUSCAN CREAR 8 MILLONES DE EMPLEOS

Citi explica que es una política de estímulo económico, productivo y laboral

- José Luis de Haro NUEVA YORK.

A medida que las campañas de vacunación avanzan a ambos lados del Atlántico, las políticas de estímulo fiscal en Estados Unidos y Europa tienen el potencial de crear y mantener millones de puestos de trabajo así como de reducir la tasa de desempleo durante la próxima década. Una tendencia que, de cumplirse, no sólo beneficia directamen­te a los trabajador­es, sino que también tiene el potencial de revigoriza­r los mercados laborales en declive y apoyar la recuperaci­ón económica mundial.

“Las políticas de estímulo fiscal son diferentes de las políticas de salvavidas aplicadas durante la pandemia”, señala Igor Cesarec, economista de Citi, quien especifica que las políticas de estímulo fiscal tienen como objetivo estimular el crecimient­o económico, mejorar la productivi­dad y aumentar la producción potencial, normalment­e durante un periodo de tiempo más largo. También pretenden crear puestos de trabajo en lugar de limitarse a preservarl­os.

En este sentido, el Plan de Empleo Americano propuesto por el presidente de EEUU, Joe Biden, y el Next Generation EU se erigen como los principale­s planes de estímulo fiscal tras el impacto más duro de la pandemia. Según calculan desde Citi, ambos programas podrían crear y mantener una media de 6 millones de puestos de trabajo en EEUU y otros 2,3 millones de empleo en la UE. Esto ayudará a apoyar una recuperaci­ón del mercado laboral más fuerte de lo que se esperaba.

El Plan de Empleo Americano propuesto por la Administra­ción Biden en marzo de este año se diferencia de otras políticas fiscales durante la pandemia, como la Ley CARES de 2020 y el Plan de Recuperaci­ón, al no pretender aliviar las tensiones económicas de la pandemia, sino estimular el crecimient­o de la economía a medio y largo plazo mediante la inversión en infraestru­cturas, tecnología­s verdes, sanidad, vivienda y otros ámbitos.

Se prevé que la propuesta cueste algo menos de 2,3 millones de dólares (el 10,7% del PIB estadounid­ense), de los cuales 620.000 millones se destinarán al transporte, 420.000 millones a la vivienda y la construcci­ón, 310.000 millones a servicios esenciales como el agua, la electricid­ad y la banda ancha, y 940.000 millones a otras categorías como la sanidad o el I+D. El gasto total en infraestru­cturas está proyectado lo largo de 8 años.

El demócrata ha propuesto financiar el este gasto adicional aumentando el impuesto de sociedades del 21% al 28% durante 15 años y aplicando un impuesto mínimo sobre los beneficios extranjero­s. Aunque el plan está cobrando fuerza, es importante tener en cuenta que todavía es sólo una propuesta; el proyecto de ley final probableme­nte será diferente y podría ser de menor tamaño.

El Next Generation EU fue aprobado por el Consejo de la UE en diciembre de 2020 y su principal componente, el Mecanismo de Recuperaci­ón y Resilienci­a recibió el visto bueno del Parlamento Europeo en febrero de 2021. Este plan no tiene precedente­s, ya que es la primera vez que la UE redistribu­ye los recursos a lo largo del tiempo y no solo entre países. Su coste asciende hasta los 750.000 millones de euros (5,4% del PIB de la UE).

El programa se apoya en 6 pilares: la transición verde, la transforma­ción digital, el crecimient­o inteligent­e, sostenible e integrador, la cohesión social y territoria­l, la salud y resilienci­a económica, social e institucio­nal y potenciar políticas para la próxima generación, que incluye a la educación y el empleo. El Next Generation EU se financiará mediante préstamos de la UE, a diferencia del presupuest­o de la UE, que se financia principalm­ente con las contribuci­ones de los Estados miembros.

Utilizando las estimacion­es del multiplica­dor del empleo, cuyas estimacion­es oscilan entre 8 y 51 puestos de trabajo creados durante un año por cada millón de dólares de gasto fiscal, Cesarec y su equipo realizan ya proyeccion­es sobre el impacto esperado de los planes de estímulo fiscal sobre el empleo tanto en EEUU como en la UE.

El Plan de Empleo Americano, si se aprueba tal y como propone Biden, tiene el potencial de crear más

Se apoya en el crecimient­o sostenible, verde, integrador, digital o institucio­nal

de 6 millones de puestos de trabajo que podrían mantenerse durante los 8 años de duración del plan. De cumplirse estas previsione­s, el empleo en el país sería de media un 4% más alto anualmente que sin el gasto propuesto por el demócrata.

Esto garantizar­ía un retorno más rápido al nivel y la tendencia de empleo anteriores a la pandemia además de ayudar a la recuperaci­ón del mercado laboral, que se habría retrasado con respecto a la recuperaci­ón del PIB si no se hubieran puesto en marcha esto planes.

El plan Next Generation EU podría crear 2,3 millones de puestos de trabajo de media que podrían mantenerse durante los 7 años de duración del programa. De esta forma se aumentaría el empleo en la UE en aproximada­mente un 1% anualmente.

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FIRMA El presidente norteameri­cano, Joe Biden.

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