España perderá 12.000 millones si la reforma laboral falla en 2022
El primer control de la UE, el próximo junio
Tras el aval al Plan de Recuperación y Resiliencia de España, el proyecto de Pedro Sánchez tendrá que someterse en junio de 2022 al examen de Bruselas. De su grado de cumplimiento dependerá que nuestro país reciba la primera partida condicionada –en este caso por la reforma laboral–, cuyos pormenores no están perfilados y precisa de consenso. Un fracaso malograría una partida de 12.000 millones.
Pasados los fuegos de artificios de la aprobación del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia español -presentado el martes por la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen-, por cierto, con todos los parabienes de la institución europea, se va desgranando la letra pequeña que marca las condiciones del desembolso de los fondos, y no es otra que la adopción y la aplicación de todas las reformas comprometidas en el periodo de 2021-2023.
En el caso español, con 102 reformas y 109 inversiones, la que atañe al mercado laboral, a la sostenibilidad de las pensiones y, a la eficiencia del gasto público, constituyen la clave de bóveda del éxito del plan defendido ante Bruselas por Pedro Sánchez.
Pues bien, según fuentes de la institución europea consultadas por elEconomista, a finales de junio de 2022, España tendrá que someterse al primer gran examen de la gestión de sus fondos, demostrando el desarrollo de los hitos y objetivos marcados especialmente en materia laboral y en pensiones.
En juego está una partida de 12.000 millones de euros, que se añaden a los primeros 9.000 millones de prefinanciación que llegan este mes de julio; y a otros 10.000 millones más que llegarán a finales de año (en total, 8.000 millones menos de lo que Moncloa anunció que recibiría nuestro país en 2021, cantidad que fue señalada en las distintas áreas ministeriales para los Presupuestos Generales de 2021).
Esta entrega de ayudas europeas -con controles bimensuales, semestrales, a los 18 meses, más las recomendaciones del semestre europeose podría ver mermada porcentualmente, siempre que España no vaya cumpliendo con sus compromisos, o que se retrase en la presentación de sus reformas, subrayan desde Bruselas. A los 18 meses, la evaluación europea podría requerir la devolución del fondo concreto si no se alcanzan las expectativas.
En manos del diseño final del plan
Pero, ¿a qué se ha comprometido España con Bruselas? A día de hoy es difícil de saber. Lo que resulta evidente es que no hay ni rastro de la derogación de la reforma laboral de 2012 de Mariano Rajoy. Y que, por otra parte, Bruselas pondera la praxis de los Ertes, al tiempo que valora que se introduzca “un mecanismo permanente de flexibilidad interna, estabilidad laboral y reciclaje profesional de los trabajadores en transición mediante una reforma legislativa en el componente 23 (mercado laboral)”, así como las políticas dirigidas a fomentar la formación de los jóvenes e incluir mejores condiciones para ellos en el mercado laboral.
En este sentido, la Comisión adelanta que, “la viabilidad a largo plazo de las medidas del Plan dependerá del diseño final de una serie de reformas que han quedado abiertas para su debate, tales como el nuevo mecanismo de estabilidad y flexibilidad en el mercado laboral, que se basa en la experiencia con los regímenes de reducción del tiempo de trabajo y la reforma de las pensiones, así como las revisiones del gasto que vayan a realizarse”.
Sin definir
Dicho de otro modo -recoge el Documento de Trabajo de los Servicios de la Comisión-, a España le falta por terminar los deberes, como a otros países, si bien se nos recuerda que “la definición de los pormenores -en el caso de la reforma