“El recorte a la hidráulica se debe compensar con mayores concesiones”
Luis de Valdivia, presidente de Ecoener, llegó a la energía de la mano de su padre, al que acompañaba en las inspecciones que realizaba a las centrales hidráulicas cuando era pequeño. Años después, viendo algunas de aquellas centrales paradas decidió recuperarlas aprovechando una legislación favorable para montar su propio negocio. La aspiración de Valdivia es que Ecoener sea una empresa familiar siempre que sus hijos quieran asumir sus responsabilidades. “No soy un hombre de capitalismo financiero, ni de pelotazo. Soy un hombre de capitalismo del trabajo”, sentencia. “Disfruto con lo que hago y pienso seguir así el mayor tiempo posible”.
¿Está satisfecho con la salida a bolsa ?¿Qué previsiones tiene para este año la compañía?
Estamos muy satisfechos de haber salido a bolsa en un contexto tremendamente difícil donde ha habido muchas empresas que lo han intentado y no han podido. Nosotros lo intentamos y tuvimos que modificar las características de la operación para adaptarlas a la demanda real, pero en definitiva, hoy somos una sociedad cotizada. Y esto lo hicimos en un escenario en el que en las energías renovables ha habido ofertas públicas en Europa que tampoco se han cubierto. En un escenario de bajada de precios de las sociedades cotizadas de renovables muy abrupta en los tres primeros meses del año y en esas circunstancias difíciles hemos conseguido salir con unos inversores de largo plazo de mucha calidad, lo que nos permite mirar al futuro con mucha confianza y con ganas de seguir trabajando en el largo plazo.
¿Qué hitos debe seguir el inversor para los próximos meses?
Los hitos los establecemos por años. Llevamos 33 años en este negocio. Conocemos muy bien las renovables. No es posible establecer criterios o hitos de forma mensual o trimestral. Tiene que ser una perspectiva anual que te permita conocer realmente cuál es la dimensión que está alcanzando la compañía. Tenemos previsto para este año un crecimiento de 40 MW. El escenario de 2022 lo vamos a cumplir y tenemos seguridades razonables de que el escenario de 2023 también lo vamos a cumplir. Con lo cual la perspectiva de cumplimiento de lo que hemos dicho en la salida a bolsa, en el primer año es segura, en el segundo es muy altamente probable y en el tercero es muy probable. Esto va a significar unos cambios en el volumen de negocio y de ebitda importantísimos y creemos que esos hitos se trasladarán al precio de la acción tarde o temprano, porque la compañía va a ser completamente distinta a la que existe hoy.
¿Qué zonas de crecimiento o qué mercados objetivos tienen?
Somos una empresa con dos criterios muy claros. Uno, vocación internacional, y otro, rentabilidad. El buen negocio hay que ir a buscarlo fuera. Estamos en países donde creemos que se pueden hacer buenos negocios en el largo plazo y con seguridad y esa es nuestra vocación. Siempre pensando en la rentabilidad. Nosotros no somos una empresa de número de megavatios, somos una empresa que busca el criterio de rentabilidad. Hemos tenido hasta ahora un 13,5% de beneficio neto sobre facturación y ahí queremos seguir manteniéndonos.
¿Cómo ve los precios de la electricidad en este momento?
Creo que debemos ver las cosas con perspectiva. Cuando empecé en este negocio la energía valía el equivalente a 1,2 euros (200 pesetas). Desde ese momento, al día de hoy, el precio de la energía solo ha hecho que bajar y eso hay que reconocérselo a los sucesivos gobiernos que ha tenido España, no a unos ni a otros. Todos los gobiernos han conseguido con muchas dificultades y con muchas reformas ir rebajando el precio de la energía. Hemos pasado de los 1,2 euros/kV a 0,5-0,45 o el año pasado a 0,25. El cambio ha sido muy tremendo. Estamos hablando de precio constante de la energía sin tener en cuenta los incrementos del valor de la vida en los últimos 30 años con lo que el descenso ha sido tremendo. Los repuntes puntuales no deben desfigurar el esfuerzo que está haciendo el Gobierno en rebajar los precios de la energía. Tengo que decir que sin las renovables, el precio de la energía sería completamente distinto y muy superior con lo que achacar el aumento de la energía a las renovables, no solo me parece desafortunado, sino que me parece injusto. ¿Qué escenario de precios tendríamos ahora sin las renovables? Posiblemente estuviésemos hablando unos 80-90 céntimos de manera permanente.
¿Qué les parece la propuesta de recorte de los llamados ‘windfall profits’?
Somos una empresa de hidráulica porque nos gusta. Tienes que pensar y desarrollar todo tu potencial. El criterio de la reforma de Ribera, o cualquier reforma, es que hay un principio de seguridad jurídica que es básico y sin eso no hay futuro. Es cierto también que hay situaciones en las que el país necesita reformas y tenemos que colaborar todos. Y eso quiere decir que estoy de acuerdo con esto. Pues no. En su momento se nos impuso un canon hidráulico que ya es un carga muy importante y sobre ese ahora se instruye un nuevo impuesto, es una cosa a mayores. Cualquier intervención de este tipo tiene que ir acompañada de establecer unas nuevas perspectivas para la empresa como prórroga de concesiones o perspectivas a largo plazo.
Su empresa ha apostado siempre por un exquisito cuidado ambiental en sus instalaciones.
Hemos tenido la suerte de poder elegir siempre -hasta ahora- lo que podíamos hacer. No hemos tenido presión de mercado, de crecimiento. Hemos hecho las cosas que nos ha apetecido, que nos gustaba hacer. Y siempre pensando en una perfecta integración ambiental. Si no la hay, no hacemos el proyecto independientemente de su rentabilidad. Nos tiene que gustar lo que hacemos. Tenemos que disfrutar con lo que hacemos y no se puede disfrutar con lo que haces si no lo haces bien. Hablamos de criterios ESG como si fuese una cosa nueva y yo he recorrido muchas instalaciones a lo largo de España y veo construcciones de los años 20 perfectamente integradas. Antes veías un capitalismo humano que respetaba el entorno sin tener estos criterios que se anuncian hoy porque había personas. Ha sido con el liberalismo excesivo económico cuando se intenta maximizar el beneficio, con un capitalismo financiero a toda costa cuando se rompe.
OPV: “Conseguimos salir a bolsa con unos inversores a largo plazo de mucha calidad”
Crecimiento: “No somos una empresa de número de megavatios, somos una empresa de rentabilidad”
Inversión ESG: “Hemos hecho todo con criterios ambientales antes incluso de que se hablase de eso”