El fútbol rescatará el trueque en los próximos fichajes
Los clubes necesitarán intercambiar jugadores para cuadrar sus balances
El trueque es el intercambio de bienes materiales o de servicios por otros objetos o servicios. Se diferencia de la compraventa habitual en que no intermedia el dinero como representante del valor en la transacción. Esta práctica existe desde el período neolítico, hace aproximadamente 12.000 años, durante la Revolución Neolítica, cuando la aparición de la sociedad agricultoraganadera invitó a la humanidad a abandonar su tradicional estilo de vida nómada y se asentó en distintas regiones para cultivar la tierra.
Dicho lo anterior, vemos ahora que el fútbol ha vuelto 12.000 años atrás. Una vez que nos encontramos en el final del túnel de la pandemia del Covid-19, la situación financiera de muchos clubes, sobre todo de los más poderosos, obliga a retomar esta primitiva forma de negocio. Para ser fidedignos en la información, los clubes no tienen problemas económicos. Los mecanismos, tanto de control financiero de LaLiga, como el ‘UEFA financial fair play’, hacen posible que los clubes estén en positivo en sus balances societarios. Sin embargo, los límites salariales reducen sensiblemente la capacidad de invertir en nuevos traspasos.
Las últimas semanas nos encontramos en las distintas negociaciones del imberbe mercado de fichajes, con una frase lapidaria: “Tengo el límite en negativo”. Para las nuevas incorporaciones, los clubes van a necesitar el “trueque” de jugadores o porcentajes sobre los derechos de los mismos para cuadrar las difíciles ecuaciones de los límites salariales.
El cómputo de los mismos pondrá en juego multitud de factores, como salarios, traspasos, bonus futuros, comisión de agente… por lo que el ‘trade’ tiene que ser minucioso y estudiado al detalle para que todas las partes estén en equilibrio y los jugadores puedan ser definitivamente inscritos. Con todo lo expuesto, ¿vamos a encontrarnos un mercado con grandes operaciones? ¿Mbappé puede venir al Real Madrid? ¿Haaland al FC Barcelona? Definitivamente no, al menos no en la primera sacudida del mercado. Cierto es que algunas incógnitas se van resolviendo en los grandes clubes que nos permitirían un verano algo más ‘glamouroso’.
En mi opinión, la salida de Sergio Ramos del Real Madrid, el posible adiós también de Varane, más alguna operación de balance, ayudará a que los ‘merengues’ tengan el espacio salarial suficiente para acometer una gran operación. A grandes rasgos estos dos movimientos les aportarán unos 100 millones de euros entre ahorros de salarios y valor de traspaso. Los otros pequeños ‘pellizcos’ en el mercado de salidas, unido al buen balance de los últimos años entre compras y ventas, cuantificando la inversión en el estadio (prevista) y las pérdidas por la pandemia (imprevista, pero asumible con estos movimientos) creo que puede acercar al Bernabéu a uno de esos ‘cracks’ mediáticos que tanto le gustan a Florentino Pérez. En el gran rival blanco, el FC Barcelona, todo pasa por la renovación de Leo Messi. Los azulgranas llevan ya un par de veranos ajustando sus cuentas con operaciones de balance como las de Neto-Cillesen, Pjanic-Arthur o la llegada este verano de Emerson Royal, tras la adquisición del 50% de los derechos que compartía con el Real Betis. La continuidad del astro argentino marcará la capacidad de inversión del club, pero la carga salarial del resto de la plantilla no es un problema menor. Por lo tanto, parecen lejos los grandes dispendios en este primer mercado de la segunda era Laporta.
Lejos de los grandes clubes, la capacidad de escapar del trueque va a depender del gran animador de los últimos mercados: la Premier League. Cierto es que el ‘Brexit’ no va a ayudar, se han acercado mucho las distancias con los países NO UE para la consecución del ‘work permit’, es decir, menos futbolistas españoles podrán ir a la Premier League o, en su defecto, a la Championship (segunda división); y, sobre todo, muchos más jugadores latinoamericanos estarán habilitados para llegar a Inglaterra, con la diferencia de costos que ello conlleva. Dos operaciones marcarán a priori el flujo de transferencias -excluyendo la temprana y costosa venta de Emi Buendia (ex Getafe) entre Norwich City y Aston Villa- con unas ventas que provocarán muchos movimientos en cadena tanto en el mercado interno inglés, como en el mercado europeo. Serán la salida de Harry Kane del Tottenham y la millonaria venta de Kalvin Phillips del Leeds United, el chico de moda en el fútbol inglés, curiosamente después de solo una temporada en la Premier League a sus 25 años. Estos movimientos entiendo tendrán un efecto dominó, no solo en Inglaterra si no en el resto de Europa. Como sucede en la historia de la humanidad, la economía evoluciona y, en definitiva, el mercado de fichajes seguirá el mismo camino: del trueque a la economía de mercado.