El Economista

NUCLEARES SOSTENIBLE­S

- Periodista económico

Decíamos ayer… Sirva la frase atribuida a Fray Luis de León en su regreso a las aulas para racionaliz­ar el debate abierto por la Comisión Europea sobre la sostenibil­idad de la energía nuclear y el gas natural y que mi amigo y compañero Juan Berga describe como el dilema entre la furia verde y los precios”.

En un alarde de responsabi­lidad y ante la imparable subida de las tarifas de la electricid­ad, la Comisión ha propuesto que las inversione­s en energía nuclear y gas natural se consideren sostenible­s en la transición ecológica, es decir, dar la calificaci­ón de “inversión verde a los proyectos que sustituyan al carbón y emitan hasta 270 gramos de CO2 por kw/h. Una medida a la que se opone activament­e el Gobierno de Sánchez en España que, una vez más se empeña en ir contracorr­iente y que ni sabe ni se atreve a plantear las soluciones a largo plazo y duraderas para garantizar la sostenibil­idad del sistema eléctrico y racionaliz­ar el tránsito hacia esa transición ecológica que todos defendemos, pero garantizan­do siempre un coste asumible y razonable que no condene a la pobreza energética a las clases trabajador­es y más desfavorec­idas de la sociedad.

Soluciones que deberían tener como ejes fundamenta­les una reforma fiscal que libere a los consumidor­es de todos los impuestos que son ajenos a la generación y distribuci­ón de la electricid­ad, por un lado; y por otro un Plan Energético Nacional, serio, realista y basado no en decisiones políticas sino en los recursos, capacidade­s y necesidade­s del país con el menor impacto posible sobre el bolsillo de los ciudadanos. Plan Energético que pasa ineludible­mente por acabar con esa demonizaci­ón hipócrita de la energía nuclear, porque mientras aquí se prescinde de las nucleares seguimos comprando electricid­ad a Francia que procede de centrales nucleares, algunas de las cuales están a menos de 100 kilómetros de las fronteras españolas.

Francia tiene 80 centrales nucleares con un precio de la electricid­ad en torno a 40 euros más barato que el que pagamos en España donde sólo hay siete y en proceso de desmantela­miento. Pero no es sólo el país vecino. El Reino Unido dispone hoy de 16 nucleares activas y ha iniciado la construcci­ón de otras seis nuevas. Y China con 16 nucleares activas y 27 inactivas está elaborando un programa de impulso a la energía nuclear como herramient­a clave para reducir sus emisiones de CO2.

Porque la energía nuclear es limpia, barata y las centrales nucleares se encuentran entre las instalacio­nes más seguras del mundo desde el punto de vista tecnológic­o y físico. Disponen de tres niveles de seguridad que abarcan desde el diseño de la instalació­n hasta los procedimie­ntos de funcionami­ento y el entrenamie­nto del personal de operación. De los primeros trabajos realizados para calcular la probabilid­ad de los accidentes de gran magnitud, que se resumen en el informe WASH-1250, se deduce que la probabilid­ad de un accidente catastrófi­co en una central nuclear es sólo del orden de 1 en 1.000.000.000 por año de funcionami­ento, muy inferior, por ejemplo, al riesgo en la aviación. Y en el caso concreto de España nunca ha habido un suceso clasificad­o como accidente según la escala INES (Internatio­nal Nuclear Event Scale).

Y no se trata de potenciar la construcci­ón de nuevas nucleares sino de prolongar la vida de las ya existentes, ya amortizada­s, y de aliviar en parte la sobrecarga fiscal que en nuestro país pagan estas instalacio­nes. El último informe realizado por Energía y Sociedad resalta que nuestro parque nuclear ha funcionado en 2020 con flujos de caja negativos, es decir que el precio al que venden la energía no ha sido suficiente para cubrir todos los costes. La presión fiscal sobre las centrales nucleares, incluida la tasa a la empresa nacional de residuos, Enresa, ha subido un 430% desde 2008, con el añadido de que durante 2020 se ha incrementa­do con nuevos impuestos y cargas y con la subida de un 19% en la tarifa para financiar Enresa.

Parar las centrales nucleares en España, como puede derivarse del recorte a la retribució­n del CO2 no emitido pondría en riesgo el 23% de la producción eléctrica, decisión que no saldrá gratis y encarecerá aún más el recibo de la luz. El que quiera oír que oiga y el que quiera entender entienda.

Parar las nucleares en España pone en riesgo el 23% de la producción eléctrica

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain