Ford y Mercedes suspenden empleos por la falta de chips
La primera plantea un Erte que afecta 4.764 trabajadores de los más de 6.000 de la planta valenciana de Almussafes
La falta de chips semiconductores mantiene contra las cuerdas al sector del automóvil, que ante el retraso continuado del suministro de estos dispositivos esenciales para el funcionamiento de las partes electrónicas de los vehículos, se ven abocados a frenar la producción y plantear nuevas suspensiones de empleo en las plantas españolas.
Este es el caso de Ford, que seguirá este año con recortes de producción en la factoría de Almussafes (Valencia) por la falta de semiconductores. Como ya anunció en diciembre, la dirección de la compañía ha planteado un nuevo Expediente de Regulación Temporal de Empleo (Erte) hasta el próximo mes de marzo para las líneas de montaje de automóviles.
La medida planteada afectará a 4.764 empleados de los más de 6.000 trabajadores de la factoría de Ford, que no acudirán a sus puestos de trabajo en principio durante 15 días en los próximos tres meses, según ha comunicado a la comisión negociadora.
A diferencia de los sucedido en anteriores Erte de la compañía, en este caso su impacto en la plantilla será algo menor, al no incluir a la planta de motores del complejo fabril valenciano. La instalación especializada en propulsores empezará a producir este año los motores híbridos de la marca para Europa, lo que al incluir los trabajos de adaptación y preparación del lanzamiento garantiza cierta estabilidad.
En la primera reunión el fabricante no ha presentado las condiciones de este nuevo Erte ni las fechas concretas en las que se aplicaría la parada de producción, según fuentes sindicales. Los representantes de los trabajadores hasta ahora han condicionado su apoyo a los ajustes temporales que se han prolongado prácticamente desde que surgió la pandemia a que se mantengan las condiciones.
Las negociaciones se retomarán la próxima semana, en la que los sindicatos y la dirección deben retomar también los contactos para tratar de fijar el nuevo marco laboral para tratar de garantizar la fabricación de nuevos modelos eléctricos que aseguren su futuro más allá de 2030.
Los representantes de Ford España llevan semanas insistiendo en la necesidad de rebajar salarios y vacaciones para convencer a la multinacional, e incluso han instado al comité de empresa a que no se aplique la subida salarial por el IPC con cargo a 2021 pactada en el convenio en vigor. Hasta ahora y tras ocho reuniones las posturas de la empresa y de los sindicatos apenas se han acercado.
Solución a partir de octubre
Una situación similar se está viviendo en Mercedes-Benz, ya que la dirección de la planta de Vitoria anunció esta semana a los sindicatos su intención de presentar un nuevo Erte, también ante los problemas de producción derivados de la falta de chips semiconductores.
Este anuncio fue trasladado a los sindicatos en una reunión celebrada el miércoles en la que la dirección ha explicado a los representantes de los trabajadores que “la ausencia de suministro de semiconductores continúa”, y que no se prevé que este problema se vaya a solventar hasta antes del cuatro trimestre del año, según ha informado UGT-Mercedes Benz.
Los responsables de la factoría vitoriana también han explicado que prevén que la planta produzca con normalidad esta semana y la próxima, aunque los planes para la semana próxima no se confirmarán hasta el mismo día de hoy.
Además, la dirección han advertido a los sindicatos de que, a pesar de que actualmente la plantilla está trabajando en los llamados días activables de producción, la “flexibilidad” que aporta este sistema resulta “insuficiente”.
Por ese motivo, los responsables de la planta de la capital alavesa tienen previsto convocar a los sindicatos para negociar un nuevo Erte para este año, según ha explicado UGT.
El problema que están experimentando Ford y Mercedes en sus plantas españolas no es un caso aislado, ya que se trata de una situación que se está dando en toda la industria en Europa desde finales de 2020. Esto ha provocado que las matriculaciones de vehículos en la Unión Europea entre enero y noviembre de 2021 caigan por debajo de los niveles registrados en 2020.
De esta manera, en los once primeros meses del año se han comercializado un total de 8.904.900 unidades, lo que supone 3.962 vehículos menos que en el mismo periodo del ejercicio anterior o un 0,04% inferior, según datos de la patronal europea de fabricantes (Acea).
No obstante, tres de los cuatro mayores mercados de la Unión Europea siguieron registrando resultados positivos de enero a noviembre del pasado año. Se trata de Italia (8,6%), España (3,8%) y Francia (2,5%). En Alemania, por el contrario, las matriculaciones de vehículos nuevos cayeron un 8,1% en tasa interanual el pasado noviembre.