España se sitúa a la cola en el desarrollo del coche autónomo
España se sitúa a la cola en el desarrollo del vehículo autónomo y conectado debido a la necesidad de mejorar el entorno y las tecnologías existentes. Así se detalla en el primer Informe sobre Vehículo Autónomo y Conectado, elaborado por la patronal de fabricantes de vehículos y camiones (Anfac). Pese a ello, desde la Dirección General de Tráfico (DGT) aspiran a que entre “un año y año y medio” la legislación permita circular a los vehículos con al menos un nivel tres de autonomía, según reconoció ayer el subdirector General de Gestión de la Movilidad y Tecnología de la DGT, Jorge Ordás. Para Ordás, la idea es “tener en seis meses el texto regulatorio” para que los vehículos con autonomía superior a tres puedan circular por las vías españolas.
De esta forma, países como Estados Unidos, Suecia, Finlandia y Reino Unido lideran esta clasificación con 67,8, 63,3, 62,5 y 61,6 puntos, respectivamente, sobre una base de 100. España, por su parte, se sitúa en la decimosegunda posición de los 17 países analizados, con 50,5 puntos.
Todo ello debido a los malos niveles existentes en la inversión tecnológica, como la inteligencia artificial o el Internet de las cosas, donde España se sitúa con 30 puntos, y en la conexión, donde España obtiene 28,4 puntos. En materia de ciberseguridad, España se sitúa en la decimoprimera posición con 65 puntos.
No obstante, si hay algo en lo que lidera España la clasificación es en la red de carreteras, tanto por la calidad de las infraestructuras como por número de kilómetros de vías rápidas.
Respecto a la autonomía real de oferta, en España la Ley de Tráfico no permite circular a modelos con nivel tres o superior. Como consecuencia, el grueso de los modelos ofertados en España para turismos cuenta mayormente con un nivel de autonomía dos, correspondiente al 62% de la oferta existente. Todo ello pese a que los fabricantes ya cuentan con la tecnología necesaria para la producción de modelos completamente autónomos (nivel cinco).