El gas natural aúpa al precio del gasóleo
Las refineras europeas utilizan el gas natural para producir hidrógeno, y este para eliminar el azufre del gasóleo. Como el gas natural se ha encarecido desde finales de 2021, según recoge Bloomberg, el sector recortó la producción de diésel antes del conflicto en Ucrania. Por otra parte, el crudo bajo en azufre se encuentra en países miembros de la OPEP+, como Nigeria o Angola, que no tienen mucho margen para aumentar la producción. Los que sí pueden aumentarla son Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudí, pero su crudo es alto en azufre, por lo que transformarlo es más caro.
blema porque el gasóleo es el caballo de batalla de la economía mundial”, explica el economista especializado en materias primas de Bloomberg, Javier Blas.
Al ser el combustible prioritario en el transporte (salvo en el tráfico aéreo que normalmente se utiliza queroseno) el diésel aumenta la presión inflacionista en todo el mundo, según este experto. “Más que el coste del petróleo, la subida de los precios del gasóleo debería ser la principal preocupación de los bancos centrales”, fulmina Blas, quién entiende que la situación del refino de combustibles en Europa es un problema anterior a la invasión rusa de Ucrania (véase apoyo).
No obstante, dentro de Europa, las petroleras refineras que operan en España han marcado las diferencias respecto al resto de Europa (como pueden ser Repsol, Cepsa o BP). Según Freemarket, los operadores sobre suelo español han invertido más de 7.000 millones de euros en mejorar las refinerías de crudo en España hasta sacar brillo y mejorar su capacidad un 16% desde 2009. Una operación que a día de hoy permite atender al mercado nacional para mitigar el déficit de gasóleo.
Mientras las divisiones de refino eran deficitarias en muchas petroleras europeas en ejercicios anteriores, a día de hoy es la actividad del negocio que permitirá alcanzar beneficios operativos récords este 2022. Ocurrirá con Repsol o con BP, por ejemplo, según pronostica el consenso de mercado recogido por FactSet que dan a la española un beneficio operativo (ebitda) en 2022 un 45% superior al del año pasado hasta superar los 11.000 millones de euros.
De hecho, a pesar de la caída que acumula Repsol en bolsa desde su máximo del año (un 18%) de la mano del precio del barril Brent, las estimaciones que hacen los expertos de los beneficios de la compañía no merman, lo que evidencia que el refino seguirá siendo lucrativo a pesar de la caída del precio del crudo.
El milagro de Repsol
El pasado jueves, Repsol actualizó sus cifras de negocio del segundo trimestre (previos a los resultados) y constató que su margen de refino alcanzó los 23,3 dólares por barril hasta junio, lo que triplica los casi siete que alcanzó en el primer tercio de 2022 -y que ya supuso un salto significativo respecto a su media del año anterior-. “Repsol tendrá márgenes de refino por encima de la media hasta, por lo menos, el primer semestre de 2023”, según Citi. El banco de inversión estima que el margen puede situarse en los 11,2 al cierre de 2022 mientras que el Banco Sabadell pronostica la media para este ejercicio en los 10,5 dólares por barril.
El milagro de Repsol tendrá sus réplicas en otras compañías. Shell obtuvo un extra de más de 1.000 millones de dólares durante el último trimestre cerrado de este año solo gracias al refino, que creció un 170% respecto al trimestre anterior. Así, pasó de registrar un margen de refino de 10 dólares a los más de 28 por barril.
Misma suerte corre la británica BP, a pesar de haber perdido su participación en las compañías rusas como respuesta a las sanciones impuestas por la invasión de Putin a Ucrania. Y es que compañías como Rosneft eran las que aportaban a la media dentro del grupo dado que estaban mejor preparadas para el refino. Pero existe un efecto perverso para las petroleras con el refino. Si el precio del crudo sube hasta el punto de contraer el consumo, el combustible que dejan de vender se come los márgenes que perciben gracias al refino.