Políticas que agravarán la recesión
Los expertos son unánimes a la hora de pronosticar el regreso de las tasas negativas del PIB desde el cierre de año
En pocas ocasiones una encuesta arroja una unanimidad como el sondeo que publica elEconomista.es, centrado en las expectativas económicas españolas posteriores al verano. Todos los analistas pronostican el regreso de tasas negativas de PIB en el cierre de 2022 que, tras continuarse en el inicio de 2023, posibilitarán que España se suma en recesión. A primera vista, ese pronóstico choca con lo esperado por los principales bancos de inversión, satisfechos con la última temporada de resultados en Europa y capaces de pronosticar que los beneficios empresariales seguirán al alza y ello beneficiará a las bolsas. El punto de vista bursátil, siempre sujeto a incertidumbres, deja fuera muchas fuerzas exógenas. El futuro inmediato de la economía real, por el contrario, se presenta plagado de dificultades ante los efectos de los cortes en el suministro de gas en la que todavía es la locomotora europea: Alemania Además, en España, se dan factores endógenos capaces de agravar la crisis. Fenómenos tan atípicos como la parálisis de las contrataciones a mediados de julio delatan hasta qué punto la desconfianza atenaza a los agentes económicos. Sus interrogantes están justificados considerando las erróneas respuestas a la crisis que se despliegan en nuestro país. No basta con poner en marcha un plan de ahorro energético cuestionado por empresas y las autonomías con mayor peso en el PIB. Además, el Ejecutivo impulsa medidas que alimentarán la ya histórica tasa del IPC, como volver a subir el Salario Mínimo, mientras se aferra a la política fiscal más contraindicada en tiempos de crisis, basada en subir impuestos. Son todas ellas medidas que allanan el camino hacia una recesión especialmente intensa en España.