España es el mayor productor de hielo de Europa y también el más consumidor
La falta de hielo en los supermercados y el sector de la hostelería y la restauración “empeorará“con el comienzo de la próxima semana, aunque la crisis verá su final en los últimos días de agosto, según fuentes del sector de la producción, tal y como informa Efe. Estas fuentes han apuntado que, a partir del próximo lunes, el problema de abastecimiento de hielo se “agudizará“debido a que su demanda se ha triplicado en los últimos días, en parte, por una “psicosis” tanto del consumidor como de los vendedores. Además, la festividad nacional del 15 de agosto no ayuda a que disminuya la demanda de productos que requieren de este insumo y contribuye a que el desabastecimiento no remita, han añadido.
Sin embargo, han apuntado que el próximo 21 de agosto la situación se “normalizará“como consecuencia de una disminución de las temperaturas y mejora de las condiciones meteorológicas. Durante esta semana, en algunas tiendas de grandes cadenas de supermercados como Mercadona, la oferta de hielo se ha limitado de forma temporal a un máximo de cinco bolsas o un saco por cliente; otras como Consum limita el producto a dos bolsas por cliente y día. Fuentes del sector de la distribución ya confirmaron este jueves a Efe que la falta de abastecimiento de hielo es un problema que ya afecta de forma “generalizada” a los supermercados de todo el país. Aun así, fuentes de la patronal hostelera han negado que este problema esté afectando al sector.
España es el mayor productor de hielo de Europa y también el más consumidor. Sin ir más lejos, la fábrica más grande de la región de este “preciado” producto se encuentra en Cebreros, un pequeño pueblo de 3.500 habitantes que se encuentra en la provincia de Ávila, donde diariamente fabrican 350.000 kilos.
Respecto al consumo, las estadísticas muestran que el español consume de media 10 kilos de hielo al año, el doble que portugueses y belgas (5 kilos) y muy por delante de ingleses (4), alemanes, franceses e italianos (3 kilos).
Esta realidad nos da una amplia perspectiva de la “autodependencia” que tenemos por uno de los productos que fabricamos y que más consumimos, en este caso de los hielos.