Plan energético aún más conflictivo

La reunión del Gobierno con las autonomías no ha sido más que una puesta en escena mediática por parte de Moncloa

A menos de 48 horas de que entre en vigor el plan de ahorro energético del Gobierno, se esfuma por completo toda esperanza de que el Ejecutivo rectifique la plena falta de consenso que ha rodeado la elaboración de esa iniciativa. Moncloa simuló la semana pasada que estaba dispuesta a corregir esa actitud. Fue entonces cuando convocó la reunión con las comunidades autónomas que debería haber mantenido mucho antes. Incluso, dada la urgencia que ahora reconocía a la materia que se iba a tratar, adelantaba a este mismo lunes la convocatoria. Una vez celebrado el encuentro, bajo la dirección de la vicepresidenta Teresa Ribera y la ministra Reyes Maroto, queda claro que la mano tendida se ha quedado en un espejismo. No en vano la reunión únicamente sirvió para que el Gobierno dejara aún más clara su intención de atrincherarse en el texto que ya aprobó el Consejo de Ministros y no cambiar en él ni una coma. A las autonomías solo les brinda la más que difusa posibilidad de que hagan sugerencias para reducir el consumo energético a lo largo de este mes, con la finalidad de incluirlas en el documento que, en principio, se presentaría en la UE en septiembre. Ante tan sonoro portazo, a los Ejecutivos regionales descontentos con el nuevo decreto-ley no les queda otra opción que recurrir a los tribunales, como Madrid ya ha anunciado que hará. La reunión de ayer, por tanto, lejos de ser un verdadero foro de debate, ha quedado en una puesta en escena mediática por parte de Moncloa, que nada ha solucionado. Muy al contrario, a las graves deficiencias técnicas que el texto presenta ya desde sus orígenes, se une la certeza de que será una fuente de conflictos legales entre Administraciones.