“Cualquier interrupción en las exportaciones de chips será dolorosa para la inflación”
China anuncia que seguirá con las maniobras militares en los alrededores de la isla de Taiwán en los próximos días, una noticia que aviva la tensión entre China y EEUU e incrementa el riesgo de una escalada en este conflicto que puede tener consecuencias económicas globales. El Gigante asiático es la segunda mayor economía del mundo, mientras que Taiwán es el principal productor de chips semiconductores avanzados del globo, por lo que un bloqueo continuo a la isla o un conflicto mayor puede ser fatal para la economía global.
Aunque el escenario base que manejan los expertos no prevé que la crisis desemboque en un conflicto militar, lo cierto es que “la tensión generada tras la visita a Taiwán de la presidenta del Legis- lativo de EEUU, Nancy Pelosi, con el inicio de maniobras militares de China con fuego real en el estrecho de Taiwán, podría tener efectos económicos graves a nivel global”, según Natixis.
Alicia García Herrero, economista jefe de Natixis para Asia Pacífico, y Gary NG, economista sénior de la misma firma, creen que estas tensiones son hoy mucho más peligrosas que en las últimas cisis similares acaecidas en el pasado en la isla, como pudo ser la de 1996.
Una de las lecciones que se puede extraer del actual conflicto en Ucrania es precisamente que en un mundo globalizado, un conflicto en una parte del mundo puede acabar dañando la economía en la otra punta. La gran cadena que conforma el comercio internacional necesita de todos sus eslabones para seguir funcionando de forma eficiente. En caso de Taiwán y China es más acuciante, puesto que no son dos eslabones cualquiera.
Diferencias con 1996
El riesgo es hoy mucho más importante que en el pasado, aseguran los economistas de Natixis: “Por un lado, el mundo está mucho más globalizado. Por otro, la economía de China es ahora mucho más determinante que en la pasada crisis del Estrecho de Taiwán de 1996, mientras que Taiwán juega un papel fundamental en la cadena de valor mundial, sobre todo, en lo que a producción de semiconductores se refiere”, sostienen estos expertos.
“Cualquier interrupción en las exportaciones de semiconductores de Taiwán será dolorosa para las presiones inflacionarias, debido al papel clave de los semiconductores. Esto puede ejercer una presión adicional sobre los bancos centrales a nivel mundial. La buena noticia es que se han acumulado más inventarios después de la pandemia”, aseguran estos expertos.
¿Y si hay un bloqueo?
“Hay dos implicaciones sectoriales importantes. Primero, un potencial bloqueo afectaría a sectores con mayor dependencia de semiconductores, como computachips semiconductores. A día de hoy, Pekín ya se enfrenta a los obstáculos establecidos por EEUU como es la ley de chips, las prohibiciones de exportación de equipos y la presión sobre otros fabricantes (Taiwán, Corea y los Países Bajos, etc.) para que no exporten su tecnología a China”.
No obstante, quizá una de las repercusiones más importantes, pero con menor visibilidad en la actualidad, es el impacto de este conflicto sobre la propia globalización. Al igual que ha ocurrido con la crisis del Covid o la guerra entre Rusia y Ucrania, en el medio plazo, “esto acelerará las tendencias ya existentes para que las diferentes economías y empresas diversifiquen sus cadenas de suministro, es decir, confiarán cada vez más en las operaciones cercanas y locales”, sentencian los expertos de Natixis.