Las madres solteras no encuentran un trabajo en el que puedan conciliar
El riesgo de probreza alcanzó el 54,6% en los hogares monomarentales durante 2021 El 65,7% está buscando un empleo a tiempo parcial para ocuparse de los hijos por la tarde
Actualmente, se contabilizan en España cerca de 2 millones de hogares compuestos por una persona adulta y uno o más menores (1.944.800), una cifra que ha experimentado un crecimiento del 2,5% durante el último lustro..la mayoría de las mujeres en esta situación y desempleada (91%) no encuentra una jornada laboral que le permita dar respuesta a sus necesidades familiares, de modo que aunque la mayoría busca un empleo a tiempo parcial, no está encontrando ofertas de empleo que faciliten este tipo de jornada. A la luz de esta realidad, la gran mayoría de las mujeres (93,3%) está dispuesta a trabajar en empleos de menor cualificación, siempre y cuando estas posiciones le permitan mayor flexibilidad horaria.
Si bien el tipo de hogar más frecuente en España continúa siendo el formado por una pareja con hijos (33%), seguido de los hogares unipersonales (26,1%) y las parejas sin hijos (20,9%), los hogares monoparentales, que ya representan el 10,4% de las familias en España, son de los que más están creciendo en nuestro país, solo superados por los hogares de una sola persona, que en los últimos cinco años han experimentado un repunte del 6,7%. Cabe señalar que más del 80% de estos hogares monoparentales está liderado por madres.
La Fundación Adecco presentó el décimo informe sobre familias monoparentales a cargo de la madre (en adelante monomarentales) y empleo, un análisis cuyo propósito es darles voz, con el objetivo de conocer sus dificultades, necesidades y expectativas y diseñar propuestas y soluciones encaminadas a mejorar su situación sociolaboral.
Según los datos del informe AROPE (EAPN), este tipo de familias son también las que afrontan un mayor riesgo de pobreza y/o exclusión, que el año pasado alcanzó el 54,6%, la cifra más alta desde 2010 y que duplica al porcentaje registrado para el resto de hogares (27,6%).
La raíz de esta mayor exclusión parte de un afrontamiento en solitario de las necesidades económicas, educativas y de crianza de menores a su cargo y de la merma de oportunidades laborales debido a las mayores dificultades para compatibilizar vida familiar y profesional.
Todo ello dispara la pobreza y la exclusión entre las familias monomarentales, que soportan, por tanto, una inferior calidad de vida con respecto al total de la población.
El elevado riesgo de exclusión que afrontan las familias monomarentales en situación de desempleo tiene su reflejo en los problemas económicos que manifiestan. De hecho, casi la totalidad de las mujeres encuestadas (92%) declara dificultades para llegar a fin de mes: el 37,8% lo hace con mucha dificultad, el 27,8% con cierta dificultad y el 26,6% con dificultad.
La situación económica es crítica, en muchas ocasiones, y encuentran grandes dificultades para hacer frente a gastos básicos como el pago de suministros (48,8%), la vivienda -hipoteca o alquiler(42,7%), la educación de sus hijos (34,8%), la alimentación (33,7%) o la ropa (18%).
Estos datos se alinean con los presentados por el informe “Madre no hay más que una: monoparentalidad, género y pobreza infantil”, elaborado por el Alto Comisionado Contra la Pobreza Infantil en España en 2021, que corrobora cómo gran parte de estos hogares no puede hacer frente a las facturas, poner la calefacción en los meses más fríos, alimentar correctamente a sus hijos o disfrutar de una semana de vacaciones al año. En concreto, el 9,2% de los hogares monomarentales no puede consumir alimentos proteicos cada dos días y al 15% le resulta imposible mantener la casa caliente en invierno.
La economía sumergida
Trabajar en la economía sumergida, sin cotizar a la Seguridad Social, termina por ser una alternativa realista para muchas de las mujeres desempleadas al frente de una familia monomarental.
La imposibilidad para hacer frente a gastos básicos como alquileres, hipotecas o la educación de sus hijos, así como el reducido salario que muchas veces perciben, les conduce a aceptar trabajos en este marco y en condiciones de absoluta desprotección, debido a la urgencia de ingresos económicos. Así lo atestigua el 72% de las encuestadas.
“Es necesario actuar con diligencia para poner en el mercado a estas trabajadoras en el menor tiempo posible. La economía sumergida es un problema que no solo cuesta millones de euros a nuestro país, sino que agrava la precariedad laboral y trunca las perspectivas de futuro de estas familias, ensanchando la brecha de desigualdad y abocándolas, de forma inevitable, a la pobreza y a la exclusión social. La inspección de trabajo tiene un rol imprescindible y el papel de las agencias de colocación se torna clave: en España casi el 30% de la población trabaja con contrato temporal y solo el 1% está canalizado a través de empresas habilitadas para ello, dejando a un gran número de personas trabajadoras fuera de control y derivando en altas tasas de economía sumergida entre los sectores más vulnerables de la población, como son estos núcleos familiares”, señala Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco.
El 92% de las mujeres encuestadas tiene dificultades para llegar a fin de mes