Bruselas: “Ya han salido de Rusia un millar de empresas”
La Comisión Europea asegura que tres cuartas partes del sistema financiero han quedado ya desconectadas de Swift
Daniel Calleja, director general del Servicio Jurídico de la Comisión Europea, advirtió ayer de la necesidad de avanzar en la interconexión energética y armonizar el mix energético entre los Estados miembros de la Unión Europea ante el desafío de la guerra en Ucrania. Calleja, que participó en la asamblea anual de Anged, la patronal de las grandes empresas de distribución, advirtió de que “vienen meses muy duros”, pero mostró su confianza en que Europa saldrá adelante, apoyada en sus empresas.
Calleja empezó explicando que desde que Ursula von der Leyen llegó a la presidencia en 2019 “estamos en una situación permanente de gestión de crisis” por el Brexit, la pandemia por el Covid y más recientemente la invasión de Ucrania por parte de Rusia. Calleja admitió que “el sentimiento económico y las expectativas están empeorando y la crisis del gas se suma a una inflación ya alta”.
En este sentido, mostró su preocupación “por el deterioro del comercio mundial” y advirtió que “la política monetaria tiene que endurecerse para controlar los precios”. Sin embargo, quiso dejar claro que las medidas adoptadas por Bruselas contra el Gobierno de Vladimir Putin y las sanciones impuestas están funcionando. “De momento, según nuestros datos, más de 1.000 empresas han abandonado ya el país y tres cuartas partes de las entidades financieras rusas han sido desconectadas del sistema Swift (plataforma internacional de pagos interbancarios), obligando además a Rusia a usar chips de electrodomésticos, como lavadoras o lava
vajillas, para su sistema militar”, aseveró Calleja.
Aunque sin hacer una referencia explícita al MidCat, el gaseoducto transpirenaico entre España y Francia parado por el Gobierno de Emmanuel Macron, Calleja explicó que “hay que promover y completar la interconexión energética, armonizar el mix de los Estados miembros y romper los cuellos de botella en el desarrollo de las renovables”. Según dijo, “en tiempos de crisis hay que tomar medidas excepcionales y no se trata de contener los precios sin más, sino de recompensar a quien contenga el consumo”.
El director jurídico de la Comisión acusó a Rusia de “utilizar el gas como un arma, provocando una subida artificial de los precios”, y aunque mostró su satisfacción porque “hemos logrado el objetivo y las reservas están ya al 84%, además de estar firmando acuerdos de suministros con Azerbaiyán, Israel y EEUU”, advirtió de que “los próximos meses pueden ser muy duros”. Además, recordó la necesidad de reforzar la producción europea, “aprovechando el mercado único”.