El BCE admite que la subida de tipos afectará al empleo
El economista jefe, Philip Lane, llega más lejos que Lagarde o De Guindos, y habla de destrucción de puestos de trabajo
El Banco Central Europeo (BCE) ya advirtió, por boca de Christine Lagarde y de Luis de Guindos, de las inevitables consecuencias negativas que sus subidas de tipos tendrán sobre la economía europea. Ayer la institución fue un paso más allá. Philip Lane, economista jefe del BCE y también miembro del Comité Ejecutivo, concedió una entrevista al diario austriaco Der Standard en la que reconoció que el endurecimiento de la política monetaria pondrá fin a la buena marcha del mercado laboral (reducirán las vacantes y podrían desembocar en un aumento del desempleo).
Aunque este no sea un objetivo oficial, la subida del precio del dinero en un contexto como el actual de cuasi pleno empleo busca enfriar el mercado laboral para evitar que los salarios y la contratación se convierten en un estímulo más para la inflación subyacente.
Una subida de tipos de interés encarece el coste de financiación para las empresas, reduciendo la rentabilidad de sus operaciones y forzando a las menos solventes/rentables a reducir sus inversiones y gastos. Entre estas medidas de austeridad empresarial se puede incluir el congelamiento de los salarios, reducciones de jornada o despidos. Una parte nada desdeñable de economistas cree esta vez resultará imposible devolver la inflación al objetivo sin destruir el mercado laboral, sobre todo en EEUU, donde los factores de demanda son dominantes en el fenómeno inflacionario.
Philip Lane reconoció durante la entrevista que existe esta relación entre mayores tipos de interés y la debilidad del mercado laboral: “La relación está ahí todavía. Por tanto, esperamos que el desempleo aumente. No obstante, por ahora el factor dominante (en la eurozona) es el de oferta, no el de demanda, que es donde esta relación importaría más”.
La combinación de recesión, subidas de tipos y una baja tasa de vacantes puede ser fatal para un mercado laboral como el español. Además, como ha revelado el FMI recientemente (en un estudio sobre EEUU), las subidas de tipos suelen afectar al empleo menos cualificado y que suele corresponder con el de los trabajadores con menores niveles de renta.
No obstante, “la mayor parte de la mejora en la inflación provendrá de la estabilización de los precios de la energía y la disminución de los cuellos de botella, porque eso es básicamente una mejora en el lado de la oferta de la economía. Eso podría suceder sin un aumento en el desempleo”, asegura Lane. Aunque esto último es más una esperanza que una previsión que pueda darse por cierta.
Aunque se pueda enfriar el mercado de trabajo sin destruir empleo, esta misión resulta harto compleja, puesto que el impacto de las subidas de los tipos de interés no se percibe en la economía real hasta seis u ocho meses después.
Cuando se pueda ver si el BCE o la Fed se han pasado o se han quedado cortos, ya será demasiado tarde para revertir la situación.