Solo China y Japón evitarán la recesión de las grandes economías
La previsión de Citi apunta a que Europa la sufrirá este trimestre y el próximo
mento de los precios de la energía y los alimentos: la vivienda. Los alquileres siguen escalando y, como los tipos de los préstamos también siguen subiendo, cabe esperar que se planteen fuertes demandas de mejoras salariales contra las que resultará difícil luchar, ya que el mercado laboral estadounidense sigue dando muestras de fortaleza. Lo anterior hace presagiar una inflación bastante duradera y, por lo tanto, unos bancos centrales belicosos, incluso si el crecimiento se resiente”, señala el gestor.
Insiste, además de que “la inflación puede mantenerse elevada durante mucho tiempo. A finales de 1974, tocó techo en el 12 % en EE. UU. y, tras una ligera pausa (alrededor del 5 %, nada menos, a finales de 1976), retomó las alzas hasta cerca del 15 % a finales de 1980. Son niveles que todavía están lejos de lo que vemos actualmente, pero que ya registran (e incluso superan) varios países de la zona del euro, sobre todo en Europa del este”.
Años para volver al 2%
Los niveles de inflación objetivo de los bancos centrales se sitúan en el entorno del 2% en este momento, un crecimiento interanual para el que no conviene esperar sentados, si se tiene en cuenta el tiempo que se ha necesitado en el pasado para poder conseguir volver a estos niveles: los datos históricos apuntan a que se necesitará una media de 10 años para recuperar estos niveles.
Sin embargo, este dato conviene cogerlo con pinzas, ya que tiene en cuenta los periodos de la segunda mitad del siglo XX, una etapa en la que las tasas de inflación se situaban muy por encima de los niveles que se han visto en las primeras dos décadas del siglo XXI, en las que las dinámicas inflacionistas han sido muy diferentes a lo que se vivía en el pasado, con el IPC situándose por debajo del 2%, e incluso en el terreno negativo durante algunos meses, sobre todo después de la Gran Crisis Financiera, por el envejecimiento de la población, el desarrollo tecnológico y la globalización.
Para conseguir parar la espiral inflacionista que se ha consolidado en las principales economías del planeta, los bancos centrales de estas jurisdicciones ya parecen haber asumido que va a ser inevitable la llegada de una recesión. El endurecimiento de su política monetaria, con subidas agresivas de los tipos de interés, parece que va a ser el antídoto contra las subidas del IPC, una sangría inevitable para curar al enfermo de la fiebre inflacionista.
“Las autoridades monetarias son plenamente conscientes de que para batir la inflación deben asumir pérdidas, que, en este caso, se pagarán en términos de crecimiento. Por ello, 2023 será, muy probablemente, un año muy complicado de economía real”, señala Pedro del Pozo, director de inversiones de Mutualidad de la Abogacía.
Cada vez son más los analistas y expertos que consideran inevitable la llegada de una recesión. La probabilidad de que se produzca es mayor para la zona euro que para EEUU, con el consenso de mercado que recoge Bloomberg dando un 50% de probabilidad a que el gigante americano sufra esta situación en los próximos 12 meses, mientras que para la zona euro las probabilidades son del 72,5%.
Las estimaciones que mantiene el banco estadounidense Citi van en el mismo sentido: según sus previsiones, Estados Unidos entrará en recesión en el tercer trimestre de 2023 y esta se prolongará durante el cuarto trimestre de ese año. En la eurozona, sin embargo, la crisis va a llegar antes, en concreto, este mismo trimestre, con una recesión que se prolongará durante el primero de 2023.
De las grandes economías que recoge Citi en sus previsiones (Estados Unidos, Japón, la eurozona en su conjunto, Alemania, Francia, Italia, Reino Unido, Canadá, China, Brasil, México y Rusia), sólo hay dos que conseguirán evitar la recesión en los próximos 15 meses: China y Japón. Aunque el primero está sufriendo una crisis important e en el sector inmobiliario y un deterioro económico por los confinamientos para luchar contra el Covid-19, el ritmo de crecimiento de China, por encima del 3%.
“La mayoría de los mercados emergentes van en este momento por delante en la lucha contra la inflación frente a los mercados desarrollados, quizá por sus experiencias recientes con una inflación elevada”, explican desde la gestora Vontobel AM. “Si bien la mayoría de los países desarrollados experimentarán una desaceleración y, posiblemente, recesiones, es previsible que la economía de China se reactive de nuevo y pare un poco el golpe de las recesiones en otros países”, señala la gestora.
Se asume la recesión
Al margen de las dos economías asiáticas, cada vez es más claro que la recesión está a la vuelta de la esquina. Kristalina Georgieva, gerente del Fondo Monetario Internacional, ha reconocido esta misma semana, en una conferencia en la Universidad de Georgetown, que los países que representan cerca de un 30% de la economía mundial van a sufrir dos trimestres seguidos de contracción en los próximos meses. “Aunque el crecimiento sea positivo, se sufrirá como una recesión, por la caída de los ingresos reales y el incremento de los precios”, explicó Georgieva.
Por su parte, Vincent Chaigneau, jefe de análisis de Generali Investments, mantiene una previsión de que habrá “una recesión del 0,3% en 2023 en Europa”, pero advierte de que “podría ir a más”, además de que “el fuerte deterioro de las condiciones financieras también llevará a Estados Unidos al borde de la recesión”, señala. El gran problema de Europa, a su juicio, es que “la crisis energética dejará huella a largo plazo. Con los precios energéticos en la Unión Europea estrechamente correlacionados con los del gas, Europa se ha vuelto mucho menos competitiva”, insiste. El peor escenario que maneja el experto es una caída de hasta el 3% del
PIB de la zona euro.
Hasta febrero de 2023 no se recuperará en EEUU una inflación por debajo del 5%
Desde Generali Investments esperan una caída del 0,3% del PIB en la zona euro
Fuente: Citi.