El BCE se pronunciará sobre la tasa bancaria
el fin de poner toda la carne en el asador para intentar contener a la inflación.
Sea como sea, el escenario que contempla el organismo es que haya “una desaceleración del crecimiento de la inflación a mediados de 2023, por efectos de base, y esperamos que a mitad del año que viene el Índice de Precios al Consumo se encuentre por encima del 6%”, señala exministro Luis de Guindos, pero admite que se trata de “una previsión muy determinada por potenciales sorpresas negativas que puedan ocurrir”.
El vicepresidente del BCE también quiso hacer hincapié este lunes, y desde Madrid, los aspectos positivos que muestra la economía italiana, y que no siempre se tienen en cuenta, al señalar cómo Italia “ha llevado a cabo una política fiscal prudente, con mucho superávit primario, y también tiene una posición inversora neta”, que le sitúa, en este aspecto, por delante de países como Portugal o España.
El Banco Central Europeo (BCE) espera hacer pública “en los próximos días o semanas” su opinión sobre la tasa que el Gobierno español pretende imponer a los bancos, según ha confirmado el vicepresidente de la institución, Luis de Guindos.
“Mi impresión es que en los próximos días o como mucho semanas el BCE dará su opinion públicamente sobre la tasa en discusión en el Parlamento español”, ha afirmado De Guindos durante su intervención en un acto del Consejo General de Economistas de España (CGE), recordando que la opinión del banco central “no es vinculante”.
En ocasiones anteriores y sin entrar a valorar el caso español en particular, el vicepresidente del BCE siempre ha recordado
La institución reafirma su rechazo a toda medida que dañe la solvencia del sector
la posición del banco central en defensa de que este tipo de medidas no dificulten la concesión de crédito ni endurezcan las condiciones de financiación, así como tampoco perjudiquen la solvencia del sector.
Asimismo, el vicepresidente del BCE reconocía que, una vez que la amenaza de la pandemia cede, la entidad se encuenta en un proceso de normalización de la política monetaria que, antes o después, supondrá una reducción del balance del banco central. “Antes o depués la normalización llegara al tamaño del balance”, indicó De Guindos, aclarando que es un debate que aún no ha tenido lugar en el seno del Consejo de Gobierno.