Fedea propone un ‘cheque’ de 1.900 euros para rentas medias y bajas
El ‘think tank’ pide al Gobierno medidas más “selectivas” dirigidas a vulnerables
Fedea apuesta por reformular el paquete de medidas para combatir la inflación impulsado por el Gobierno. En un encuentro con periodistas celebrado ayer, el think tank pidió revertir las rebajas e incentivos fiscales a la energía para destinar su coste a los colectivos más vulnerables. En concreto, su director Ángel de la Fuente propuso establecer un cheque de 1.900 euros para las rentas medias y bajas, ayudando así a reducir en un 31% su gasto medio en comida y energía.
“Se está gastando demasiado dinero en ayudas generales que están incentivando el consumo energético en un momento en el que necesitamos justamente lo contrario”, dijo De la Fuente, que insistió en la necesidad de aprobar medidas más selectivas dirigidas a los hogares y sectores profesionales más azotados por la escalada de los precios. “Las medidas aprobadas tienen un coste de 17.000 millones de euros, y mucho de este dinero está yendo a gente que no necesita ayuda”, añadió.
El director del Fedea señaló directamente a la bonificación de los abonos de transporte público, a las rebajas en la tributación energética, pero sobre todo al descuento de 20 céntimos al litro de carburante implantado por el Ejecutivo el pasado mes de abril, y del que se beneficia la totalidad de los consumidores. La tesis se alinea con la defendida por la OCDE, el FMI o entidades nacionales como el Banco de España o la AIRef, que hace unos días advirtió de que las bonificaciones aprobadas benefician más a las rentas más altas.
No es la única crítica que la Fundación de Estudios de Economía Aplicada dirige al planteamiento del Gobierno. En su informe, considera que el gravamen a los ingresos de la banca y las energéticas “ha superado las peores expectativas”. En concreto, Fedea alerta de la “inseguridad jurídica” que el mecanismo plantea, y en su lugar propone retirar la iniciativa y reconducir el impuesto por la vía europea, que apuesta por atacar los beneficios extraordinarios. La pasada semana el Banco Central Europeo publicó un dictamen crítico con la tasa a los grandes bancos. En el texto, la autoridad monetaria advertía del riesgo que el tributo suponía para la estabilidad financiera, la resiliencia
del sector bancario y la concesión de créditos, lo que podría afectar negativamente al crecimiento económico real.
En su boletín de seguimiento, Fedea analiza la rebaja del IRPF para las rentas bajas aprobada a finales de septiembre. El Ministerio de Hacienda impulsó una reducción por rendimientos del trabajo para sueldos brutos de entre 15.000 y 21.000 euros, y que según sus cálculos generará un ahorro cifrado en 1.881 millones de euros. “Va en la dirección correcta”, afirma el informe defendido por de la Fuente que, no obstante, no comparte la forma elegida para instrumentar la rebaja, “eleva el tipo marginal efectivo de gravamen hasta el 60% para un tramo de renta en torno a los 20.000 euros, lo que no parece muy lógico”, afirmó.
En su lugar propuso una profunda reforma fiscal que amplíe las bases tributarias, eliminando o reduciendo al máximo agujeros y revisando los beneficios fiscales que carecen de una justificación clara.