El PMI de la eurozona modera su caída y anticipa una recesión menor
La presión sobre el sector manufacturero se relaja con respecto a octubre
La economía de la eurozona renquea. Hace meses que los datos económicos y distintos organismos internacionales dibujan una nueva recesión en el horizonte próximo. La actividad sufrió un importante freno en el tercer trimestre, y en el vigente los primeros indicadores anticipan una caída. Sin embargo, los índices PMI preliminares de este mes invitan a tener cierta esperanza: la crisis puede acabar siendo menos profunda de lo estimado inicialmente. No obstante, la incertidumbre sigue siendo elevada a las puertas del invierno y con la guerra en Ucrania sin resolverse.
El índice PMI compuesto preliminar de la eurozona relativo a noviembre, elaborado por S&P Global, muestra que la actividad privada de la región está sufriendo una nueva contracción este mes, pero menos fuerte que lo esperado. En este indicador una lectura por encima de 50 implica expansión de la actividad y por debajo de dicha cota representa una bajada. El PMI compuesto flash alcanzó los 47,8 puntos, la mejor lectura en dos meses. Los analistas anticiparon que bajaría al 47, después de que el mes pasado la zona euro experimentara su mayor revés desde noviembre de 2020. Aun así, se trata del quinto mes consecutivo con el índice en territorio contractivo.
Tirón de la industria
El ligero aumento del PMI fue impulsado principalmente por la industria: el subíndice manufacturero pasó de 43,8 a 45,7, siendo también el mejor dato en dos meses. “Sigue mostrando una fuerte contracción, pero ligeramente inferior a la del mes pasado”, destaca
Bert Colijn, economista sénior de ING Economics. En cuanto al sector terciario, el PMI servicios adelantado de noviembre es de 48,6, igual que el dato previo.
Chris Williamson, economista jefe de S&P Global Intelligence, afirma en su comentario publicado ayer que aumentan las posibilidades de que la economía de la zona euro caiga en recesión. “Hasta el momento, los datos para el cuarto trimestre apuntan a una contracción del PIB a una tasa trimestral de poco más del 0,2%”, asegura. Para que haya recesión técnica el producto interior bruto (PIB) debe descender dos trimestres consecutivos en tasa intertrimestral. En el tercer trimestre de este año se expandió un leve 0,2%, por lo que la zona del euro podría caer en recesión, como pronto, a comienzos de 2023.
Modesta señal de alivio
“No obstante, los datos del PMI de noviembre también aportan algunas novedades tentativamente positivas”, indica Williamson. “La tasa conjunta de declive se moderó en comparación con la de octubre. Aún más alentador resulta observar que los problemas en las cadenas de suministro están mostrando signos de atenuación, puesto que el comportamiento de los proveedores hasta mejoró en Alemania, que es el principal centro industrial de la región. El clima cálido también está disipando algunos de los temores en torno a la escasez de energía en los meses de invierno”, explica este experto.
“Las presiones inflacionistas están desapareciendo”, afirma Colijn. “El debilitamiento de la demanda, la bajada de los precios de la energía con respecto a agosto y la disminución de los problemas de oferta están contribuyendo a suavizar las presiones sobre los precios. Aunque los precios de la energía siguen siendo volátiles y es probable que las empresas sigan pagando algunos de los costes más elevados, estos factores apuntan a un punto de inflexión en la tasa de inflación hacia finales de año”, añade.