LA INFLACIÓN CONDICIONA LA INTENCIÓN DE COMPRA EN EL ‘BLACK FRIDAY’
SI BIEN LOS CONSUMIDORES MANIFESTARON QUE GASTARÍAN 279 EUROS, FRENTE A LOS 260 DE HACE UN AÑO, ESTE INCREMENTO CORRESPONDE A UNA SUBIDA DE LOS PRECIOS Y NO A LA INTENCIÓN DE COMPRA
Este 25 de noviembre supuso, como en ejercicios precedentes, una fecha clave en el almanaque del consumo, si bien el Black Friday arranca días antes y no expira estrictamente con el ocaso del Viernes Negro. En su edición de 2022, la hendidura horadada por la inflación en el bolsillo de compradores, y que aún no ha hallado sutura (a pesar de moderarse al 7,3% en su último dato), se convierte en protagonista vital para interpretar los guarismos que ofrecemos a continuación. Según se desprende del Observatorio Cetelem, al que ha tenido acceso elEconomista, el 48% de los españoles declaró su intención de comprar, 3 puntos porcentuales menos que en 2021 (51%). Con todo, el gasto manifestado asciende a 279 euros, un 7% más respecto al año anterior (260). La explicación a esto último se desgrana unas líneas más abajo, junto a otro aspecto muy interesante de este Black Friday: su sala de máquinas.
La intención de compra en la edición que acaba de tener lugar ha decrecido respecto al gasto de hace un año. Para Liliana Marsán, responsable del Observatorio Cetelem, este decaimiento “es llamativo porque, desde que analizamos este porcentaje, nunca fue inferior al año anterior. Pero, ahí está la inflación, que reduce el volumen de compra, aunque los productos tengan cierta rebaja. Por baratos que estén, a mucha gente ya le es difícil pagar los alimentos o la luz...”.
Cabe recordar que hace 12 meses, los consumidores emplearon menos dinero en sus compras que lo que declararon haber previsto para esta oportunidad. El denominador es común. “Hablamos de 19 euros más. No es que quisieran exactamente gastar más, sino que la inflación ha subido los precios”, apunta Marsán.
Los datos del informe, que confirma que el 69% de los compradores destinará algún producto al menos para los regalos de Navidad, habla de los artículos preferidos de los encuestados para este Viernes Negro. En ese sentido, moda, calzado y complementos y juguetes (54,40% y 30%) se sitúan en el podio. Sin embargo, vistoso desplome experimentan dispositivos móviles y accesorios (del 31% al 27%) y gaming (del 28% al 23%). “En años pasados, creció la intención de compra de estos productos, pero ahora caen, mientras el resto se mantiene. Probablemente, por contar con menos presupuestos en las finanzas personales. No es lo mismo un jersey que una consola”, explica Liliana Marsán, que agrega que “el canal online tiene un peso muy importante en nuestro país, pero la tienda física, tras la pandemia, se ha recuperado porque buscamos experiencias. La realidad es la omnicanalidad”.
En noviembre se han gestionado una media de 3,5 millones de paquetes, con picos de hasta 4,7
La ‘sala de máquinas’
La logística es la savia que acciona la planta del Black Friday. En el penúltimo mes de 2022, se han gestionado una media de 3,5 millones de paquetes al día, con picos de hasta 4,7, según datos de la patronal UNO Logística. Así, atendiendo a la CNMC, el comercio electrónico ha superado en España los 57.700 millones de euros en 2021, casi un 12% más que el año anterior. Las previsiones indican que, en estas seis semanas, se han podido mover 100 millones de envíos, el 40% de todo un ejercicio.
¿Cómo se engrasa esta sala de máquinas para que el plan salga perfecto? “Son fechas de tensión y este año más por los transportistas y los costes. En cualquier caso, para dar una buena respuesta hay que anticiparse. Preparar el almacén semanas antes, triplicar su capacidad y multiplicar turnos. La tecnología nos abre muchas posibilidadescon sistemas de optimización”, alega Ignacio García, director comercial de Generix Group en España, para este medio, a la par que realza “la gran importancia” del equipo humano; pues “requiere mucha mano de obra. Hablamos de 1,8 productos de media por pedido. La primera toma de contacto con tu compra es la entrega, si fallamos ahí, ya no habrá una impresión estupenda. En las ramas logísticas, el desempleo es prácticamente inexistente”.
Además, García hace hincapié en la logística inversa, esto es, cuando un producto, por diversas razones, será devuelto por el cliente. Remarca que “hay mucha petición de moda, complementos, lo que conlleva niveles muy altos de devolución y es complejo porque debemos ver si se ha abierto o si es válido para devolverlo a stock”. La oda al consumo, cada vez, con números y avances más hipertrofiados.