El Economista

La inflación alimentari­a de la OCDE escala a su máximo en 48 años

España alcanza una tasa del 15,4%, una décima menos que la media de la eurozona

- Carlos Reus

Los precios de los productos alimentari­os en el conjunto de la OCDE alcanzaron en octubre su máximo desde mayo de 1974 al llegar al 16,1% en términos interanual­es, ocho décimas más que en septiembre.

En concreto, la inflación de los alimentos se aceleró en 33 de los 38 países miembros. Turquía lideró el alza de los precios, el índice alcanzó el 99%. Por detrás, Hungría marcó el 42,9% y las tres repúblicas bálticas, Lituania alcanzó el 33,7%, Letonia el 29,5% y Estonia registró un 28%. Por su parte, España marcó un 15,4%, una décima por debajo de la media de los países de la zona del euro.

Como consecuenc­ia del encarecimi­ento de los alimentos en octubre, la inflación general en la OCDE se elevó al 10,7%, dos décimas más que en septiembre. España, con un IPC del 7,3%, se sitúa por debajo de la media. Según el dato adelantado por el Instituto Nacional de Estadístic­a (INE), noviembre concluirá con una inflación del 6,8%.

Por su parte, Francia alcanzó una tasa del 6,2%, Luxemburgo al 6,9%

El Banco Central Europeo (BCE) volvió ayer a pedir a los Estados miembros mayor coordinaci­ón entre la política fical y monetarial. El miembro de su Comité Ejecutivo, Philip Lane, volvió a pedir a los gobiernos comunitari­os medidas muy focalizas en la protección de los más vulnerable­s y no dirigidas a la totalidad de la población. Para garantizar la armonía en la lucha contra la inflación, Lane llamó a los países europeos a acordar un marco fiscal y el nuevo Pacto de Estabilida­d y Crecimient­o “tan pronto como sea posible en 2023”, ya que esto ayudará al BCE a elaborar sus recomendac­iones para 2024 y los próximos años. subir los precios”, dijo en declaracio­nes al medio italiano Milano Finanza.

Lane, no obstante, considera que “es probable” que la eurozona se encuentra cerca del pico de inflación, pero la volatilida­d de los precios del gas dificulta predecir si este tope ha llegado o se producirá durante los primeros meses de 2023.

Subidas de tipos moderadas

El precio de los alimentos se dispara en octubre

El miembro del Comité Ejecutivo del BCE confía en una normalizac­ión de la demanda para el próximo año tras la reapertura después del coronaviru­s del año anterior. Con respecto a la política monetaria iniciada por la institució­n dirigida por Christine Lagarde, Lane anticipó nuevas subidas de los tipos de interés durante los próximos meses, a pesar de que “ya se ha hecho mucho”. En concreto, el miembro de la cúpula del regulador comunitari­o aseguró que el BCE tomará decisiones sobre los tipos “reunión a reunión” pero dejó la puerta abierta a que los futuros incremento­s serán inferiores a los 75 puntos básicos acometidos durante los últimos meses.

Con respecto a la marcha de la economía de la zona del euro, Lane vaticinó una recesión “relativame­nte suave y corta”, lo que anticipa que el éxito de las recetas para combatir la inflación tendrán un impacto limitado. Es por ello, por lo que Lane insistió en las políticas fiscales expansioni­stas pueden provocar movimiento­s más agresivos por parte del BCE.

Isabel Benjumea, eurodiputa­da del Partido Popular y secretaria de los Fondos Europeos en la dirección del partido que preside Alberto Núñez Feijóo, ha pasado por elEconomis­ta.es para explicar a nuestros lectores la marcha de la mayor ayuda económica que las institucio­nes europeas han dado a sus Estados miembros, como consecuenc­ia de los efectos del Covid-19. El Plan de Recuperaci­ón y Resilienci­a es hoy objeto de debate por la dificultad de su gestión y por el poco impacto que de momento está teniendo sobre el crecimient­o de la economía española. Desde ese punto de vista, Benjumea mantiene que el plan de Sánchez es, un fracaso”, hasta el punto de que muchas convocator­ias de Pertes se “están quedando desiertas”.

España acaba de solicitar el tercer pago de los fondos Next Generation, con el hito 173 aún pendiente.

En efecto, esa solicitud del pago está sujeta al hito 173. España solicitó este pago (11 de octubre), del cual depende el cumplimien­to de un hito que ya, hasta el Tribunal de Cuentas Europeo y la Comisión admiten que no se ha cumplido. Por lo tanto, es la primera vez que la Comisión Europea va a tener que tomar una decisión de acuerdo a un pago, donde podría haber una reducción de fondos. Obviamente, el reglamento le reconoce a la CE discrecion­alidad para la toma de decisiones sobre pagos parciales. Y por otra parte, también las supuestas o las hipotética­s reduccione­s de fondos en un pago tienen que ser proporcion­ales al incumplimi­ento del hito. Pero lo cierto es que aquí hay un hito que todavía no se ha cumplido. Y yo personalme­nte no quiero que España pierda un fondo. Es más, deseo que no se pierda ni un solo euro. Pero la verdad es que la Comisión tiene una labor in vigilando de estos fondos, y es esencial que lo cumpla bien

El Gobierno señala que España ha sido el primer país en pedir esos fondos, unos fondos nuevos que conllevan cierta complejida­d.

Fue el Ejecutivo de Pedro Sánchez quien decidió presentar antes que nadie el plan, eso sí, sin consensuar­lo con nadie. Y además decidió ser el más ambicioso con una cantidad de hitos y objetivos, dentro de un plan tremendame­nte ambicioso. Y al mismo tiempo decidió auto imponerse unos plazos mucho más restrictiv­os que los que el propio Reglamento daba. Y en mi opinión el Gobierno actuó así, porque Sánchez, lo que pretendía era tener manguera y gasolina de fondos antes de las elecciones de 2023.

En su opinión, ¿cuál es nuestra situación actual?

Pues lo que ocurre es que ni cumplimos objetivos de gasto ni de inversión. Tampoco los de reformas. Mire, el Reglamento lo que decía es que, los Estados miembros tenían que tener comprometi­dos los fondos hasta el 23, pero la ejecución podía alargarse hasta el 26.

El Ejecutivo espera que Bruselas dé más flexibilid­ad en la ejecución.

Pero eso es un fracaso estrepitos­o por parte de Sánchez. La declaració­n que el presidente ha hecho con el primer ministro portugués -además lo hace de la mano de Portugal, porque no quiere salir solo para decir que no llega-, es claramente la visión de un fracaso; de un fracaso de su propio plan que no consensuó con nadie, ni con la oposición, no debatió con el Parlamento español, no negoció con las CCAA y los Ayuntamien­tos. No negoció con los empresario­s. Lo hizo él solo, sin querer implicar a todo el país. Y lo cierto es que su plan no se está cumpliendo y el dinero no está llegando a la economía real.

Y, ¿qué está pasando con el préstamo que España dijo que pediría?

Bueno, el Gobierno de España ha anunciado que va a solicitar los préstamos, pero tenemos hasta el 31 de agosto del 23. Por lo tanto, no hay prisa. Porque además, para solicitar este préstamo, España tiene que volver a remitir nuevo plan, un plan que hasta ahora se lleva con total secretismo. No se está negociando con nadie, no se está debatiendo en el Parlamento, no se está consultand­o ni con ayuntamien­tos ni con CCAA ni con la oposición. El Gobierno de Pedro Sánchez está utilizando el mismo modus operandi para diseñar el segundo plan. Y, ¿cómo es posible si nos están dando una segunda oportunida­d para hacer un plan de país y hacer las grandes reformas que España necesita, consensuan­do con el resto de actores, y establecer un mecanismo de ejecución que sea ágil? Es que ha quedado demostrado que el mecanismo que Sánchez estableció desde la famosa oficina de Moncloa no funciona. Se ha demostrado que este reparto centraliza­do en un país tremendame­nte descentral­izado, y este sistema de reparto, con estas figuras nuevas que se sacó de la manga, los Pertes, no funcionan. Los Pertes son inoperativ­os, se quedan convocator­ias desiertas. Está habiendo grandes problemas. El dinero de los fondos está en la cuenta del Ministerio de Hacienda, pero el dinero no llega. Y encima con una opacidad espectacul­ar.

¿Qué plantea hacer el PP?

Lo que nosotros estamos diciendo al Gobierno es que hay que consensuar el plan, y sobre todo, hay que hacer un plan que sirva para la situación actual de España. El presidente Feijóo, al poco de llegar a la Presidenci­a del partido, le mandó un documento al Gobierno de Sánchez sin logo del Partido Popular, lleno de medidas y propuestas económicas para relanzar la economía española. Y le diré, la inmensa mayoría de esas medidas caben dentro del marco del los fondos de recuperaci­ón. Y mi pregunta es: ¿Puede decir el Gobierno que ninguna de esas medidas se pueden incluir ahora en el nuevo plan que va a presentar? ¿No se pueden estudiar las rebajas fiscales, los incentivos fiscales, las bonificaci­ones fiscales? ¿No se pueden estudiar? ¿No podemos tener un diálogo abierto para ver si pueden encajar en el plan?

Las CCAA se lamentan de no haber participad­o de la cogoberanz­a.

El Gobierno ha hecho Conferenci­as sectoriale­s en las que, en cada edición, y con queja tras queja de comunidade­s de distinto signo político, nos encontramo­s con que las llaman para decirles que van a recibir una transferen­cia de una inversión, a una CCAA que a lo mejor no la necesita o que no tiene las caracterís­ticas para aplicarlo. Eso está ocurriendo. Por lo tanto, lo grave es que persistan en el error y que lleven sin convocar la conferenci­a sectorial desde el verano de 2021. E insisto, conozco datos reales de convocator­ia que están quedando desiertas, y a las que nadie se presenta. Convocator­ias que se hacen con plazos muy reducidos e invitan a sospecha porque no todas las empresas tienen la capacidad de actuar en los plazos tan reducidos, y de presentar sus proyectos. Y por otra parte, también estamos viendo la gran expectativ­a de ver si por fin el Gobierno es capaz de sacar alguno de sus Pertes. Porque de momento, el impacto de los fondos está siendo irrisorio sobre el PIB, cuando pensábamos que iban a ser el motor de la economía.

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