Hungría veta las nuevas ayudas a Ucrania y el tipo mínimo de Sociedades
El Gobierno de Orbán mantiene el pulso pese al riesgo de congelación de fondos
El Gobierno de Viktor Orbán mantiene su pulso a la Unión Europea. Y el que ha sido un nuevo intento por parte de los ministros de Economía y Finanzas de la UE para sacar adelante el impuesto mínimo de sociedades para grandes multinacionales y la ayuda macrofinanciera de 18.000 millones de euros a Ucrania se volvió a retrasar por el chantaje de Hungría. Con la cuenta atrás del final de año, la presidencia checa de la UE apremia a un acuerdo en los próximos días.
Así lo recalcó el ministro de Finanzas de la República Checa -que ocupa la presidencia de turno de la UE- Zbynek Stanjura, que se comprometió a alcanzar un acuerdo “en unos días”, aunque aclaró que no será la próxima semana. Así indicó que el paquete, que incluye el tipo mínimo de sociedades, los 18.000 millones a Ucrania y el Plan de Recuperación húngaro, puede ser “adoptado por videoconferencia al final de este año”.
El paquete al que se refiere es el bloqueado por el veto húngaro. La cita articulaba estas dos propuestas, como parte de un paquete, vinculado políticamente, aunque no legalmente. Y la oposición de Hungría se conjuró como un intento por presionar en otros dos puntos que afectan directamente a Budapest: la congelación de los 7.500 millones de euros de fondos de Cohesión y la aprobación del plan de Recuperación húngaro, dotado de 5.800 millones de euros.
Los Veintisiete y la Comisión Europea han apremiado a dotar de ayuda a Ucrania ya en enero. Una idea en la que ha incidido el vicepresidente económico de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis, al resaltar que la cuestión más apremiante para la UE es dotar de ayuda financiera a Ucrania en 2023. “Dado que hoy un Estado miembro ha objetado, no hemos alcanzado un acuerdo”, dijo.
El veto húngaro afectó a los 18.000 millones de ayuda macrofinanciera a Ucrania. Un plan para el que la
Comisión Europea esperaba tener el respaldo a finales de año e iniciar su desembolso en enero de 2023. La propuesta requiere unanimidad pues se ha estructurado como la emisión de deuda en el marco del presupuesto europeo plurianual para levantar esta financiación en los mercados.
Sin embargo, se ayer se abrió la puerta a una aprobación de las ayuda a Ucrania a través el mecanismo de cooperación reforzada, que recurriría a garantías nacionales que aportarían los Estados miembros para efectuar las emisiones y canalizar las ayudas. De esta manera, los Veintisiete tendrían alguna opción para sortear el veto húngaro a través de un proceso que no requiere unanimidad, aunque puede alargarse ya que implica la aprobación parlamentaria de todos los países. “Haremos lo máximo para que se desembolse este dinero en enero, sea con el plan a o el plan B”, aseveró Stanjura.
Los Veintisiete debían decidir si seguir la línea marcada por la Comisión Europea que planteaba congelar los fondos de Cohesión a Hungría por no cumplir con las garantías del Estado de Derecho. Para lo cual Bruselas puso sobre la mesa que Budapest tendría que cumplir con 27 superhitos adicionales para acceder a esa financiación, tanto a los 7.500 millones de euros de los Fondos de Cohesión como los 5.800 millones del Plan de Recuperación.
Sin embargo, este mecanismo de condicionalidad de los fondos salió de la agenda del Ecofin. Ahora los Veintisiete tienen hasta el 19 de diciembre para decidir si respaldan la congelación de fondos a Hungría y hasta final de año para el Plan de Recuperación. El debate estuvo dividido por voces, como Francia y Alemania, que consideran que Budapest ya hizo algunas reformas para cumplir con las garantías del Estado de Derecho y que la cuantía condicionada debería ser menor.
Los Veintisiete tantean un ‘plan B’ para destinar 18.000 millones en ayudas a Ucrania