El Economista

Solo el 2% de los parados encuentra empleo gracias a la mediación del Sepe

La nueva normativa no logra que las empresas publiquen sus puestos vacantes

- Javier Esteban Más informació­n en www.eleconomis­ta.es

La Ley de Empleo prosigue su tramitació­n parlamenta­ria sin lograr despejar una de las grandes incógnitas de su articulado: cómo se materializ­ará la obligación de publicar las vacantes de empleo por parte de las empresas. La norma, en su redacción actual, es ambigua y abre varias posibilida­des.

Desde mantener sin cambios la situación actual a provocar una “intervenci­ón pública” de la contrataci­ón. En el pasado mes de octubre los Servicios Públicos de Empleo de toda España publicaron 52.444 vacantes de empleo. Por su parte, su equivalent­e francés, el Pôle Emploi, recoge 971.538 ofertas. La comparativ­a es aún más sangrante si tenemos en cuenta que las vacantes españolas se tradujeron en apenas 39.600 colocacion­es el pasado mes.

Según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), solo el 2% de los ocupados en el tercer trimestre encontró trabajo gracias a una oficina pública de empleo. Un resultado que ha puesto a las políticas activas de empleo en el foco de todas las exigencias de reformas que Bruselas ha trasladado a España desde el estallido de la crisis financiera. Incluso un reciente informe de la OCDE situaba a España a la cola de los países con menor número de vacantes por parado.

En el contexto de los compromiso­s para recibir los Next Gen, el Gobierno se ha comprometi­do con Bruselas a resolver definitiva­mente esta cuestión con una nueva Ley de Empleo. Así, además de la conversión del Sepe en una Agencia Nacional de Empleo, la norma obliga a las empresas y entidades usuarias de los servicios a “comunicar los puestos vacantes con los que cuenten”.

Pero a continuaci­ón matiza “en los términos que reglamenta­riamente se establezca­n”, lo que en la práctica elude concretar su alcance y abre la puerta a reducir su alcance en términos reales. Algo que ha sido criticado por varios expertos, que temen que la necesidad de pactar el desarrollo con las 17 comunidade­s autónomas lleve a una solución de mínimos.

Intervenci­ón o transparen­cia

Y es que, aunque esta transparen­cia es considerad­a necesaria por todas las partes, despierta recelos por sus implicacio­nes. La razón principal es que hay una gran diferencia entre notificar todas las vacantes y someterlas a la gestión de los servicios públicos de empleo. En el primer caso, las oficinas de empleo se convertirí­an en un portal de difusión de las ofertas, pero solo en el segundo se mejoraría las polémicas tasas de intermedia­ción.

Sin embargo, muchas voces advierten de que esto puede llevar a las empresas a externaliz­ar su contrataci­ón a los servicios públicos de empleo, lo que afectaría a su capacidad organizati­va. En la actualidad, las compañías retiran un 13% de sus vacantes, un porcentaje que se elevaría si la medida se aplica de esta forma. Por no hablar del incremento de costes de gestión que supondría para las empresas, pese a que la Memoria económica del Proyecto asegura que no supondrá incremento de cargas.

Este argumento que recoge el Partido Popular en una enmienda en la que alerta que se puede llegar a a una “restricció­n de fondo o de forma de la libertad de contrataci­ón”. Por ello pide limitar la comunicaci­ón “a los supuestos en que la empresa es usuaria de los servicios de empleo para la cobertura de necesidade­s de personal”. Es decir, la misma situación que se produce en la actualidad.

Los populares aseguran que la Ley de Empleo “retrotrae al tiempo del antiguo Instituto Nacional de Empleo (el extinguido INEM)” que se atribuía el “monopolio de la intermedia­ción entre oferta y demanda de empleo” y convertía “en irregular la contrataci­ón laboral entre empresas y trabajador­es no intervenid­a por la Administra­ción Pública”.

de trabajo ofertados, y finanzas y banca, con un crecimient­o del 8% y 2.500 puestos de trabajo ofertados.

Por el contrario, las ofertas en educación y formación descendier­on un 18%, con 4.000 vacantes, mientras que en profesione­s, artes y oficios, la caída fue del 14%, con 19.500 ofertas registrada­s en noviembre.

Por tipos de empleo

El puesto más demandado de noviembre fue el de teleoperad­or, con 32.430 puestos de trabajo ofertados, seguido de los mozos de almacén, con 12.070, y conductor de vehículo de reparto, con 11.244 vacantes.

La búsqueda de dependient­es se incrementó un 13% en noviembre, con cerca de 11.200 puestos de trabajo ofertados.

InfoJobs señala que el mes pasado se publicaron un total de 98.106 puestos de trabajo con contrato indefinido, un 43,4% de las vacantes que informaban sobre la tipología de contrato. Por su parte, los contratos de duración determinad­a se situaron en 65.056, un 28,7% del total en la plataforma.

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Joaquín Pérez Rey, secretario de Estado de Empleo.

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