EL GAS MEJORA EL ‘EBITDA’ DE GOLAR UN 40% EN DOS AÑOS
Si en algo se ha caracterizado el pasado 2022 ha sido claramente por la crisis energética, especialmente en relación al gas. Lejos de resolverse esta situación durante el próximo ejercicio y con la industria de China en plena reapertura con la que se espera una creciente demanda, el índice Eco30 ha decidido volver a entrar de lleno en esta problemática, con la incorporación de Golar a Tressis Cartera Eco30.
Fundada en 1946 como GotaasLarsen Shipping Company, no fue hasta 1970 cuando esta firma entró al negocio de terminales flotantes de licuefacción de gas, el que hoy constituye una de sus mayores fortalezas como activo de inversión. El negocio de esta firma reside en el desarrollo de infraestructuras marinas, como buques, para la licuefacción de gas así como para su almacenamiento y regasificación. Con la industria de China a medio gas, aunque experimentando una progresiva reapertura del país y su economía que afectará a la demanda mundial de gas, la materia prima más barata se encontrará en las cuencas de Estados Unidos y Canadá. Europa también buscará al otro lado del Altántico su nuevo gran suministrador de gas, buscando huir definitivamente y para siempre de la gran dependencia que el continente mantenía con la industria gasista de Rusia. Así Golar se convierte en una de las empresas que salen a flote para solucionar la crisis gasista.
En bolsa, su cotización difundió gran optimismo durante 2022, revalorizándose alrededor de un 90%. En los primeros compases de 2023, su acción cede un 4,5% pero el consenso de mercado que recoge FactSet ve un gran potencial alcista para este valor, concretamente estima para la firma un crecimiento del 47% adicional.
Aunque a nivel de beneficio neto, 2022 vaya a ser prácticamente irrepetible en los próximos años en los que Golar verá una normalización de sus ganancias –este entorno estable de beneficios deja un PER (veces que el beneficio se recoge en el precio de la acción) de 14 veces en 2023, un 50% más barato que su ratio del año pasado–, el verdadero crecimiento de esta compañía se plasma a nivel ebitda. En esta ratio el mercado espera que Golar siga creciendo año tras año. Así, tras conquistar por primera vez los 362 millones de euros en beneficio bruto de explotación en 2022, aumentará este cerca de un 40% en apenas dos ejercicios hasta rozar los 500 millones en 2024 –la propia empresa espera un crecimiento en esta ratio entre 3 y 4 veces en los próximos tres años–.
Golar sabe de sobra que la crisis energética ha venido para quedarse durante un tiempo y este es su momento perfecto como compañía. Su incremento en los ratios de endeudamiento –ligeramente por encima de la media de la cartera
elEconomista
da muestra de que esta firma está intensificando su inversión en la licuefacción de gas. Este crecimiento lleva a la americana a no ofrecer retribución al accionista, que, sin embargo, se ve compensada por su PER que desciende de las 10 veces en 2024.